× Inicio Agro Clima Hacienda Opinión Radio Agenda de Remates
Mercado de carnes en el mundo: "Llueve sopa y Argentina anda con el tenedor"
01.07.2013 | 23:01

Claro está que los costos sociales de una adecuación (llamo así a lo que sería una devaluación, porque está palabra no existe más) de tipo de cambio son muy altos y no se van arriesgar en un año donde se llevarán a cabo elecciones.

La mayoría de los economistas, donde también me incluyo, agregamos que en este contexto de emisión monetaria, de exceso de gasto público, con una inflación del 25% anual y con expectativas que ascienda hasta el 30%; si se devalúa y se hace una corrección significativa que nos sirva para conseguir más divisas para mejorar la balanza comercial, tendría que ser de una magnitud no inferior.

Ustedes se pueden preguntar porque el Gobierno se metió en esta trampa; lo hizo en estos cuatro o cinco años rompiendo el sistema de precios relativos virtuosos que venía de antes, desde los primeros años posteriores a la devaluación pasando por Duhalde hasta Kirchner.

Ahora se subestimó el efecto destructor de la inflación. Hoy si no hay una adecuación en el tipo de cambio, sea vía retenciones o sea cambios en el tipo de cambio nominal (algo que ya se dijo no se va hacer) Argentina no es competitiva, no va a exportar. La única perspectiva que se puede asegurar es que en los próximos meses va haber más carne que ahora y que no va a existir mayor salida exportadora.

En lo que va del año aunque parezca increíble, estamos todavía por debajo de los horribles registros de exportación del año pasado. Nuestros principales competidores son Brasil y Uruguay, ellos han empezado a devaluar fuerte, esto nos desubica aún más internacionalmente, nos vuelve más caros en términos relativos.

Este es un pronóstico realista, no hay algo que nos haga pensar que en los próximos meses se pueden mejorar estos precios, en relación a la inflación.

En los últimos años se están dando ciclos más cortos, el hecho de no haber exportación hace que el precio de faena disminuya y a su vez se esté exterminando ese animal grande, pesado o demasiado gordo porque ya nadie lo compra.

Si algún productor decide llevar un animal a los 450 o 500 kg va a tener muchas dificultades para venderlo.

Las señales son absolutamente claras, se va a producir un animal más chico, con menos carne. Este es un factor atenuante sobre cómo está creciendo la demanda. El peso medio por animal se está cayendo y la producción de carne no está subiendo al mismo ritmo que la faena; los animales vienen cada vez más livianos.

Si nosotros recuperáramos el tipo de cambio histórico, la situación del mercado internacional es muy buena y carne no hay. Tenemos que tener en cuenta la irrupción en los últimos meses de un jugador impresionante que es China, quien estaba ausente en este mercado y han aparecido con una fuerza tremenda, como lo hizo Rusia hace 10 o 15 años atrás.

Además  ellos piden cortes de todo tipo. Ahora quienes están haciendo frente a esta demanda desbordante son Australia  y Uruguay, dos países serios.

El fenómeno China tiene 6 o 7 meses de antigüedad. Lo que hemos podido observar en este período es que cada vez compra menos achuras y cortes del cuarto delantero. En cambio está comprando cantidades crecientes de cortes enfriados de altos precios.

Una de las ventajas es que al igual que Australia, Argentina tiene abierto el mercado Chino, pero nosotros estamos exportando la venteaba parte de lo que exportan ellos. Esto es un ejemplo claro de cómo aprovecha el mercado uno y otro.

China ha tenido un desequilibrio muy grande a nivel mundial. Están muy firmes en volúmenes Rusia y Estados Unidos, entonces hay una tendencia clarísima en el mundo de que la demanda supera la oferta. Hace muchos años que esto es así y ahora apareció alguien que tiene que moderar sus compras porque si no produce un desastre en el mercado, que es China.

Ellos tienen una enorme necesidad de carne y la produce cada vez menos. En estos últimos meses se dio una explosión de demanda en los centros urbanos, que son enormes y tan ricos como buena parte de la clase media europea o americana.

Ese es el panorama a nivel mundial, nosotros estamos alejados del mercado internacional como tantas otras actividades por el tipo de cambio. Como el gobierno nos dice que no va hacer nada con respecto a esto, lo que tememos es que si no lo va hacer, hay que tomar medidas para que no sea el mercado el que ajuste de manera prepotente el tipo de cambio más adelante.

Hay margen esto no es el 2001, la actividad económica todavía es alta.

Igual que el ciclo ganadero, en todos los indicadores de la economía, es difícil sacar optimismo de lo que se tiene por delante.

La carne como tal a nivel mundial es un producto estrella, un producto que va camino a ser ya no un commodities sino una delicatesen. La producción a nivel mundial declina, hay pocos países que pueden competir y producirla. Para Argentina está lloviendo sopa y nos agarró con tenedor.

El fondo de esto no es tan dramático, es recuperar esa salida exportadora que teníamos.

La ganadería Argentina esta dimensionada para consumir y exportar.

Para que nos demos una idea hasta qué punto hemos caído, con Néstor llegamos a exportar 770.000 toneladas, con Cristina 660.000 toneladas y este años sospechamos que no llegamos a las 180.000 toneladas.

Entonces no es que en este momento las exportaciones están cerradas, están abiertas, hay buena predisposición, pero con este tipo de cambio es imposible hacer nada y esto el Gobierno lo sabe.

Lic Ignacio Iriarte

Para Mañanas de Campo