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En Aperos criollos, no hay que andar exagerando
14.08.2013 | 22:21

¿Cómo lo podemos describir? Imagino que debe haber un orden de cómo ir vistiendo al caballo.

Realmente viene de usos y costumbres, desde los que trajeron los colonizadores, sus monturas españolas que se fueron adaptando geográficamente y particularmente a cada cultura indígena, mezclada con la corriente de los conquistadores. Según el material que se encontraba en cada zona se iba confeccionando diferentes tipos de aperos. También, tenía mucho que ver lo que se llama la montura, que después se define como lomillo o bastos en el terreno geográficamente; porque para la llanura se usa un tipo de basto o un tipo de lomillo diferente al que se usa en la zona de sierras o en las cordilleras.

 

¿Se puede decir que el gaucho mezcló los materiales utilizados?

Primero el indígena y después el gaucho fue viendo el material que tenía disponible, sobre todo el cuero, el junco, la cerda, la lana, para ir formando un recado. Después, con el correr del tiempo pasó a llamarse recado tradicional de América del Sur y sobre todo de la parte del sur de Brasil, Paraguay, Bolivia y todo lo que corresponde a la República Argentina.

 

A esto se le agrega que el gaucho o el criollo cuando quiso ir engalanando ese caballo le fue agregando algunas cositas, como la platería.

Si, te diría que la plata era un material muy común en América del Sur, los indígenas la trabajaban. Hay antiguos trabajos de encabezadas, de frenos, espuelas, estribos, hechos por plateros indios. También, con las corrientes emigratorias que vinieron de Europa, al encontrar este material en abundancia en esta zona, se elaboraron extraordinarios chapeados, en un principio de plata. Hay que tener en cuenta los grandes trabajos que se han hecho y hoy se siguen haciendo en soga, que vendría a ser, lo que comúnmente se llama recados o lomillos de soga.

 

Hoy en día, ¿el tema de platería se sigue trabajando o se utiliza ir comprando viejas platerías para tener un tesoro un poco más preciado?

Te diría que tuvo su auge a partir del Siglo XVI o XVII, mucho en el siglo XVIII y XIV, donde hubo grandes plateros. Después empezó a aparecer un tipo de recado nuevo, conocido como “emprendado”. Es el que consiste en soga y pequeños anillos de plata que comúnmente vemos, sobre todo en el sur de la provincia de Buenos Aires, hasta la década de 1930/40. De ahí en más, hubo un parate que hizo que se dificultara encontrar algún platero, ya que, eran muy pocos los que eran conocidos. También se hizo algo más difícil conseguir sogueros.

A partir de 1980, gracias a una labor que hizo un platero de Buenos Aires, el señor José María Cuenca, empezó a verse muchos más trabajos de platería, como así también comenzaron a ver escuelas dedicadas a la misma. En esa época se comenzaron a realizar extraordinarios trabajos, basados en la vieja platería rioplantense y que hoy se han vuelto hacer. Hoy podemos notar dichos trabajos en las muy importantes juras que tiene el país.

Desde 1980, en adelante, se empezaron a dictar cursos sobre el trenzado y el manejo de soga. Hoy en día, por nombrar algunos ejemplos, tenemos a Martín Gómez en Rancho, Pablo Lozano en Tandil, todo gracias a una obra de Don Luis Alberto Flores desde Buenos Aires, ellos son sogueros extraordinarios, incluso superando viejos sogueros de la década del 1800 y los principios de 1900.

 

Por último, en el caso de quien se dedica a esto, ¿qué es lo que más le envidia del apero al otro?

Hay una gran mezcla en el concepto de la descripción de los aperos. No puedo hablar de envidia, pero sí podría referirme al buen gusto, que es algo diferente. Siempre considero que no por recargar un recado, con más oro y más plata, quiere decir que este será más tradicional o más campero. Creo que, al contrario, existen exabruptos en cargar algunos recados, la cosa debería ser, sencilla pero con buen gusto.

Quisiera relatar en pocas palabras, como se describen las categorías de los recados o lomillos, que se ven en las fiestas gauchas. Primero hay que ver todo lo que es lomillo con soga, que corresponde a un lomillo con diferentes trabajos de cabezada en soga, estos pueden ser prensados o cocidos; la mayoría son prensas muy elaboradas con trabajos muy finos.

Luego viene el chapeado, que puede ser con lomillo. Son las cabezadas que están exclusivamente en plata pura, junto con sus estribos, las espuelas, donde lleva muy poquita aplicación de soga. Después vendrían los bastos, con cabezadas de chapa. Esto es algo más moderno, son prendas que aparecen a partir de 1870/80, cuando el gaucho empieza a dejar el uso y costumbre del chipá y se traslada a la bombacha.

Luego tenemos el recado, que es el  más común. Son sogas con aplicaciones de plata. A partir de 1920, hasta 1970/80, la gente pensaba que por tener más cantidad de oro y plata el recado era más completo. Esto no es así, el gaucho se sentía orgulloso de tener una buena pilcha, pero no de exagerar sus aperos o recados en cantidad de oro y plata. Esto no corresponde a los usos y costumbres de nuestro quehacer tradicionalista.

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