En una charla que tuvo como protagonista a Eduardo Sánchez, contratista de la zona Sudoeste, el Ing Gustavo Almassio, Carlos Bodanza y Baltasar Rodríguez los consultaron sobre distintas cuestiones en el amanecer de la cosecha fina. Calibración de la máquina, costos, rentabilidad, logística… Una síntesis del recorrido de la actualidad de una actividad que cosecha un gran porcentaje de los granos del país.
CB -¿Cómo la ves la zona en general respecto a la campaña fina? ¿Se pueden esperar buenos rindes?
-Sí, yo creo va a haber buenos rindes.En realidad, hay que aclarar que variará según los ambientes. En donde hay tosca los cultivos sufrieron mucho el golpe de calor de octubre. Pero en general creo que va a ser una buena la cosecha para la zona.
GA -Teniendo en cuenta que pareciera que habrá una notoria diferencia de precio entre una cebada cervecera y una forrajera, y eso también obliga a tener una buena calidad de cosecha. ¿Qué se tiene en cuenta en la trilla para no perder calidad?
– Respecto a la calidad de la trilla, creo que la confianza vale mucho, me refiero a que el dueño del campo sabe qué mercadería le va a sacar el contratista, generalmente porque tiene una relación de años. Porque si bien hoy el 100% de las cosechadoras son axiales, también una axial puede pelar el grano.
O sea, hay que tener mucho cuidado en cómo están reguladas las máquinas, porque en un día te van a sacar muchas toneladas, tienen mucha capacidad de trabajo, entonces hay que estar atento a cuando arranque la máquina, qué tipo de calidad está sacando, cómo la está regulando.
GA – Eso es clave, porque si uno logró una cebada cervecera por calibre y por proteínas, y de repente por una cosechadora mal calibrada se te puede pasar a forrajera. Y ese mango que quisiste ahorrar pagando menos la trilla, después lo perdiste por no tener la calidad que vos con el cultivo habías logrado.
BR – Y en ese sentido el grano pelado es muy común como resultado de un problema de regulación de la máquina. ¿El productor te ayuda a regular la máquina? ¿Te controla?
– El productor te dice “mirá, fíjate que no pele”, lo miran en la tolva y no hay mucha historia. En cuanto a la regulación de la máquina, el productor no tiene por qué involucrarse, porque está pagando el servicio. El que entiende la máquina es el contratista, y es quien sabe bien cómo regularla.
Pero no creo que acá haya grandes problemas en ese sentido, o sea, es mirar la tolva, que no haya algún grano pelado, y en caso de que haya, regular la máquina.
CB -¿Qué problemas enfrenta hoy el contratista?
-El problema hoy del contratista son las tarifas. Si tenés que cobrar la trilla al valor histórico, por el precio del trigo de hoy, equivalen a muchos kilos. Entonces, el contratista no cobra lo que debería cobrar.
CB – ¿De qué número estamos hablando?
– Históricamente fueron 250 kilos de trigo la trilla, y hoy con 250 kilos no da el número para el contratista. O sea que va a ser una pelea, en el buen sentido.
GA – ¿Qué porcentaje de contratistas en la cosecha fina son de la zona y cuántos son los que vienen del norte?
– Y yo te diría que en la fina, el 80% es máquina del norte que viene. Y el contratista que viene ya tiene trabajo, generalmente le cosecha al mismo productor de hace años. Porque como se decía en su momento, “venir a la pesca”, a pararse en una rotonda, ya hoy no viene nadie. Porque el costo de mover un carretón si no tenés trabajo asegurado no se justifica.
O sea, la máquina del norte sí o sí tiene que contratar un carretón, a no ser que el contratista tenga carretón propio, y así puede bajar los costos. Pero si hoy en el caso de tener que contratarlo, tenés un costo de tres litros y medio de gasoil por kilómetro. Es un importante.
CB – Ocurre todos los años, vamos a llegar a mediados de diciembre, se vendrán esos calores fuertes, todos andarán cosechando apurados, y surgirá el riesgo de incendio.
-Y es un tema. En días de 40 grados hubo veces que hemos parado después del mediodía. En la peor hora hemos parado. Pero generalmente no para nadie, la realidad es que no se para. Pero son días muy riesgosos, hay que estar atento, el dueño del campo tiene que estar atento con todo a mano, rastra de disco, un tanque hidrante, algo para prevenir, porque es muy peligroso.
GA -¿Y cómo es el tema de los seguros en esos casos? Hemos visto tantos desastres. Incluso prendiéndose fuego un campo que no era el que se estaba cosechando.
-Es importante ver que el contratista que uno contrata tiene un seguro de daño a terceros. En el caso de un incendio producido por la máquina propia, hay seguros que te cubren el daño producido.
CB -Obviamente ustedes como contratistas cuidan el equipo porque es su medio de trabajo, y me imagino que son los primeros en saber qué tienen que hacer para proteger sus máquinas.
-Sí, eso es así. Y ahí está el otro problema al hablar de los equipos, porque el contratista no puede renovar la maquinaria. En estos últimos años, las maquinarias que se fueron incorporando fueron un negocio más financiero, te diría, por el tipo de crédito que se tomaba en pesos. Pero hoy ya -por suerte-, con la estabilidad que tenemos es distinto. El que no renovó la máquina y ya tiene una maquinaria de más de 10 años, es muy difícil llegar a una nueva. Porque hoy la cosechadora aumentó, igual que los tractores, un 50% en dólares en relación a cuatro o cinco años atrás. Y vos el trabajo lo seguís cobrando lo mismo en dólares.
Entonces la amortización hoy se hace mucho más difícil.
BR -¿Cómo está la Argentina respecto al valor de una cosechadora respecto a otros países?
-Este año fuimos a Agrishow en Brasil y estuve hablando con unos productores paraguayos: la misma máquina que acá vale un millón de dólares, en Paraguay salía 500.000. Y encima de eso, ellos no tienen retenciones. En EE.UU. cuestán menos de la mitad todavía.
Entonces es muy difícil acá, el número cierra con volumen. O sea, tenés que trabajar cada vez más hectáreas para pagar esa cosechadora.
Redacción: Juan Berreta
Fotos: Claudio Sanchez
Para Infosudoeste