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El diagnóstico de gestación, la llave para una buena planificación

A partir del análisis del resultado del tacto se abren muchas alternativas de manejo para el rodeo de cría. El especialista Darío Colombatto analiza y comparte distintas decisiones que surgen a partir de la preñez y la parición

El diagnóstico de gestación es una herramienta necesaria y determinante para la toma de decisiones en un rodeo de cría. “No se trata solamente de diferenciar entre preñadas y vacías. Es una práctica que entrega mucha información”, plantea el veterinario Carlos Bodanza. “Es lo que nos indica cómo deberíamos manejar esa vaca preñada según el avance de la gestación”, agrega el Ingeniero Gustavo Almassio. Y así le dejan la tranquera abierta para que entre en acción el Ingeniero Darío Colombatto, un referente en ganadería.

Entonces se armó una linda charla en “Mañanas de Campo”, en la que el especialista invitado analizó y compartió decisiones y alternativas de manejo en un rodeo de cría luego de realizar el tacto.

Así es que de entrada, tras aclarar que es ingeniero agrónomo y no veterinario, que es el profesional que realiza el diagnóstico de gestación, Darío explicó que “dentro del equipo de producción, cuando nos ocupamos de la alimentación trabajamos en conjunto con el Veterinario”.

– Gustavo: ¿Qué información le piden al momento de hacer el diagnóstico?

– Darío: Le pedimos que en ese diagnóstico nos diferencie, además del porcentaje de preñadas y el de vacías, lo que es cabeza -o sea lo más adelantado-, lo que es cuerpo -que es lo intermedio-, y lo que es cola, pensando siempre en un servicio estacionado de unos tres meses de duración. Con eso yo tengo una información que me permite, planificar.

– Carlos: ¿Y cómo juega el estado corporal de la vaca?

– Darío: Justamente lo que tengo que hacer asociado con el diagnóstico de gestación, de calidad de preñez, es también tener la idea del estado corporal de la vaca. Para tener justamente una idea, en la escala de uno a nueve, el cinco es que la vaca no muestra costilla y eso quiere decir que tiene un buen estado corporal. Seis por supuesto es mejor. Y si yo encuentro vacas en estado seis hoy destetando a fin de marzo, lo que hacemos con ese estado corporal es poder dirigir para dónde va la nutrición de los animales en los próximos 45 a 60 días.

Si la vaca al 15 de marzo tiene un estado corporal de cinco y medio o seis, en la zona pampeana podría pasar unos 45 días repasando algunas pasturas degradadas para pelarla tipo desmalezadora o yendo a un esparto, en caso de que tengas algunas partes de suelo inferior cubiertas con espartos o pastos de calidad baja. Entonces, con la vaca ahí, son entre 45 y 60 días que me permiten diferir para más adelante pasto que se está generando y algún stock que ya tenía. Porque lo que me coma en febrero o sobre todo en marzo y abril con esa vaca, es pasto que me faltará de junio en adelante, que es cuando realmente se empieza a jugar el partido, momento cercano a las apariciones y demás.

-Gustavo: Y en el otro extremo también sería hasta peligroso que estuviera en un estado corporal superior, que no es común, pero a veces con bajas cargas pasan, como los problemas de hipomagnesemia.

Darío: Pasarme a un estado corporal de siete, casi de una vaca gorda para faena o una vaca obesa, que en algún momento hasta que veamos problemas de locomoción, es complicado. Esos animales son peligrosos por varios sentidos.

Uno, por la hipomagnesemia, que es una afección, y sigue siendo la principal causa de muerte en vacas adultas en la provincia de Buenos Aires. Si bien los casos principalmente arrancan de mayo a noviembre, vos podés tener un caso tranquilamente en marzo o en abril si encontrás una vaca muy gorda, gestación media, pastos verdes de rebrote con alto potasio y encima le pegas un movimiento para llevarla a la manga, algo que le provoque estrés. Ahí podés tener casos en marzo y abril perfectamente.

El otro riesgo, y del que no hablamos mucho, es que una vaca gorda, demasiado gorda, va a parir un ternero más liviano. Y no por la genética, sino porque esa gordura en exceso está inversamente relacionada con el peso al nacer. Ese peso al nacer más liviano va a generar después crecimientos menores. Y un menor peso al destete. O sea, no necesariamente tener la vaca obesa va a repercutir en un ternero más grande. Por un espacio físico que le ocupa el rumen y la grasa y que no deja crecer al feto en el último tercio.

Entonces, tenemos un margen yo diría estrecho, de cinco a seis/seis y medio, no mucho más para movernos en estado corporal de la vaca.

– Gustavo: También vas a tener vacas que llegan bastante sufridas.

– Darío: Siempre hablando de la región pampeana, si tenemos una vaca en estado cuatro, que te muestra las costillas cortas, que ya la cadera se pone un poquito más filosa, esa vaca no puede pasar por el periodo de restricción educada que decimos nosotros, es decir mandarla a pelar una pastura o al esparto. Esa vaca ya tendría que tener un programa de recuperación más o menos gradual, dependiendo de su calidad de preñez. Pero para eso tenés que haber apartado los lotes en cabeza, cuerpo y cola de preñez.

Lo cierto es que esa vaca no debería pasar por una restricción extra, porque podemos empezar a tener ya problemas de nutrición fetal, por un lado. En el último tercio de gestación el feto empieza a crecer rápidamente en musculatura, crecen las células, pero además empiezan a diferenciarse las células de los preadipocitos intramusculares, o sea lo que va a dar origen al marmóreo. Eso arranca a crecer en ese último tercio.

Y por el lado de la vaca que llegue en mal estado corporal al parto va a generar un alargamiento entre el día que pare hasta el día que presenta su primer celo. Con lo cual yo podría estar pasando una vaca cuerpo a cola en el siguiente servicio y ahí nos empezamos a comer otros problemas para adelante.

– Gustavo: Y con respecto a la calidad de los recursos en ese último tercio, en toda la zona sudeste y sudoeste usamos mucho sorgo diferido. ¿Nos podes contar algo de la suplementación proteica intermitente?

– Darío: Primeramente tomemos en cuenta que la vaca en general, si entra a ese último tercio de gestación en un estado ya cercano al cinco, que ya no me muestra costilla o que está apenitas mostrando costilla pero en franca evolución, la cantidad de forraje es más importante que la calidad. Si puedo entrar a un sorgo diferido bueno, de los llamados doble propósito de alto grano o un granífero, esa vaca probablemente lo mantenga.

Ahora, si yo quiero realmente mejorar el estado corporal de la vaca ahí es donde entra una suplementación, sobre todo en este momento que tenemos un precio de ternero -inclusive un precio de la vaca-, acomodado con respecto a variables de alimentación. Ya no es el cuco del otro paradigma anterior que tuvimos un ternero de un dólar. Ahora estamos hablando de terneros de otro tipo de precio y al mismo tiempo del costo de los proteicos relativamente acomodados con respecto a ese valor de ternero.

¿A qué vamos en suplementación? Primeramente darnos cuenta cuál es el nutriente esencial, que es el inicial o el más importante en términos de deficiencia. Y en todos esos casos, cuando yo estoy dando un pasto pasado, en este caso un sorgo diferido, puede ser un maíz de pastoreo pasado, por supuesto ya seco, o forraje diferido del otoño para el invierno de pastizal natural, el primer nutriente es el nitrógeno. Nos está faltando proteína para que ese rumen pueda acelerar la velocidad al cual degrada el alimento. Eso es más importante que cualquier otra cosa, que ese rumen tenga la capacidad de acelerar la digestión del alimento, de achicar el tamaño de la partícula y de extraer energía al alimento.

Y entonces ahí discutimos con qué y cómo suplementamos. Y ese cómo tiene que ser simple para que pueda ser adoptable. La gente necesita simplificar algunos procesos. Y ahí entra la parte de la suplementación proteica infrecuente o discontinua.

– Carlos: Para el que no sabe de qué se trata, ¿de qué estamos hablando?

– Darío: Vamos a dar un ejemplo. Si vos le das pellet de girasol, le tendrías que dar 1 kilo por vaca, serían 7 kilos en la semana. La suplementación infrecuente es dividirle esos 7 kilos en tres cuotas: lunes, miércoles y viernes. Así serían 2,3 kilos aproximadamente por día. Hasta podés bajar un 10% y quedar en 2 kilos si querés. Y vas a tener el mismo resultado productivo que si hubieras dado 1 kilo por día. Y eso incluye los fines de semana.

– Carlos: ¿Qué hacer con las vacías? Uno puede ponerse estricto y decir “lo que es infértil se tiene que ir”. Pero depende del porcentaje que tengas.

– Darío: Sí, por supuesto. Porque ya te podés estar metiendo con una cuestión de facturación de la empresa y con una cuestión impositiva. La semana pasada estuvimos en dos campos en General Pirán y Maipú, dos empresas que tuvieron porcentajes de preñez, aún con festucas, algunas tóxicas y demás, 93% y 94%. En esa situación no tiene sentido quedarte con una vaca vacía y darle otra oportunidad de tener terneros. Porque son muy pocas y porque realmente si el 93% queda preñada, el otro 7% no tiene excusas, digamos.

Ahora vamos al otro extremo. Si yo tengo en un campo y por alguna razón, sobre todo que puedo atribuir a mi impericia como técnico o como productor, esto podría ser, -cuando digo impericia no echo culpas-, por ejemplo que introdujiste venéreas en el campo, o te las introdujo un vecino porque los alambres no son los mejores o por lo que fuere; y yo tengo 70% de preñez en un rodeo, en ese caso la culpa no es de la vaca. Probablemente se haya preñado pero después abortó.

O el caso de sequía, como la de 2022, que fue fuera de lo común y hubo bajas de estado corporal y bajas de preñez. En esos casos, cuando vos tenés por ejemplo 70, 73% de preñez y te queda 27% de vacías, uno sugiere evaluar estado corporal, descartar las vacas más viejas o de peor estado, pero quedarte con parte de esa otra vaca que quedó vacía, y por ahí cambiar la fecha de entore por un año como para hacer una transición.

Esas vacas podrían pasar a servicio de junio y empalmarse en el siguiente ciclo o darle un solo servicio más. O sea, siempre es cuestión de qué porcentaje de preñez tengo, de la evaluación del rodeo. Y ahí el veterinario es fundamental. Más la visión empresarial del productor, que es el que termina de decidir qué hacer.

Eventualmente uno dice, “bueno, rompemos todo, saco todas esas vacías y entra más reposición”. Pero en general con esos porcentajes no te van a alcanzar las terneras o estarías metiendo demasiadas terneras para reposición, lo cual te genera un problema a futuro de costo recría.

– Gustavo: Teniendo en cuenta que muchos establecimientos hacen servicio 15 meses, ¿hasta qué número de parición de la vaca deberíamos manejarlo aparte?

– Darío: Si inicio con 15 meses, yo necesito tener apartadas la de primer servicio, o sea la ternera que está siendo destetada hoy, para llevarla hasta 15 meses en octubre, noviembre. Tengo que tener aparte la de primer parto que va a segundo servicio y tengo que tener aparte la de segundo parto que va a tener servicio por el mero y simple hecho de que ese animal todavía no es adulto.

Ese animal que entró a 15 meses a servicio, cuando está pariendo su segundo ternero va a tener 36 meses y va a quedar preñada para el tercer ternero a los 39, que es la misma edad a la que va a quedar preñada la de 27 meses de primer servicio, que pare su primer ternero a los 36 y que vos la cuidas siempre. O sea, entonces el tema de entrar a 15 meses no significa que la adultez llegue más temprano en el bovino. No, mejoraste la recría para llegar a 15 meses.

Técnicamente es una confusión que se genera en muchos productores que ya la de tercer servicio la consideran vaca adulta, la llevan con el rodeo adulto y ahí es donde tenemos un problemón, porque si separas los porcentajes de preñez por edad, dentro de ese rodeo muy probablemente la de tercer servicio tiene menos porcentaje de preñez que las otras, queda engañado dentro del 90% de preñez y vos del 10% vacío, seguramente hay cuatro o cinco que son de una sola categoría, que son las de tercer servicio.

Y entonces estás descartando vacas que son todavía jóvenes y que quedaron vacías por fecha de aparición anterior.

Entonces mi sugerencia es dependiendo el número de vacas por rodeo que tenés, o me juntas la de segunda y tercera, por ejemplo, para hacer un lote que justifique una rotación como lote único; o juntas tercera y cuarta, dependiendo de cómo lo vengas manejando, pero esa de tercer servicio si arrancaste con 15 meses, no es adulta todavía y debería ser tratado de acuerdo a eso.

Yo tengo tres recursos buenos, le doy a la ternera, a la de primer parto y a la de segundo parto. Tengo dos recursos buenos solamente, mando a corral de inicio la ternera y tengo los dos recursos para la de primera y segunda parto, respectivamente.

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