Para las próximas semanas, y en la medida que ceda la ola de calor, se espera una mayor oferta de vacas de refugo y de terneros; las altas temperaturas han limitado el movimiento de animales.
La oferta acumulada en los campos es importante: se aguarda que en el inicio de los tactos aumenten las ventas de vacas y terneros: faltan pocas semanas para las primeras heladas, el estado de los campos y de la hacienda en gran parte del país es muy malo y el invierno se viene encima.
Muchos criadores ven que el tiempo se acabó, que la receptividad del campo con que contarán en los próximos meses -sin reservas- será un 30-40% inferior a años anteriores.
Los precios del novillo y de la vaca han perdido una parte de lo recuperado en enero y febrero, sufriendo especialmente la vaca manufactura o conserva, que encuentra la demanda china en buenos niveles.
Pero los precios FOB están estancados: los importadores del gigante asiático, después de la fuerte caída del segundo semestre de año pasado, se resisten a mejorar lo que pagan, porque estiman que en pocas semanas más Brasil -suspendido hoy por un caso de “vaca loca”- volverá a exportar carne a este mercado.
Se vienen meses de sobreoferta de vacas y terneros, con una baja de los precios en términos reales, disminución que se puede moderar si el clima acompaña y el criador recupera algún margen de maniobra.
El impacto de la inflación
En los últimos 12 meses, de marzo del 2022 a marzo del 2023, y mientras la inflación (IPC) fue del 102%, un Índice Ponderado de Insumos Ganaderos (personal, pasturas, verdeos, silo de maíz, rollos, maíz, alambre y gasoil) se incrementó un 96%.
También en los últimos 12 meses, el novillo en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG) subió un 56%, el novillito un 67%, la vaca gorda un 27% y la conserva buena un 13%.
Mientras que el novillo Hilton actualizó su valor 66% y el ternero de invernada sólo un 30%.
También en la comparación marzo 2022 a marzo 2023, el dólar oficial se incrementó un 81%, y el dólar “blue” lo hizo un 88%.
Con una inflación que supera el 100% anual, los costos ganaderos siguen muy de cerca al IPC, mientras que los precios de las categorías que vende el criador (vaca de refugo, ternero de invernada) se han retrasado sustancialmente, en relación a los precios reales históricos que se registraron hace justo un año.
En febrero último, se faenaron 221 mil vacas, un 11% más que igual mes del año pasado, y un 21% más que en febrero del 2021.
La oferta de esta categoría tiende a acelerarse a causa de la seca: la faena diaria en febrero fue un 22% más alta que en el mes anterior, y en marzo se estaría incrementando marcadamente.
Comparando los registros de faena de vacas para el mes de febrero del período 2003-2022, se observa que el mínimo se da en 2003, con 121 mil animales, y el máximo en 2008, con 252 mil cabezas, ubicándose el registro de febrero pasado (221 mil vacas) más cerca de los períodos de liquidación que otra cosa.
El máximo de faena de vacas, para cualquier mes del año, se dio en junio del 2009, con 364 mil vacas sacrificadas. En 2010, el ciclo ganadero se dio vuelta, y la faena de vacas promedió las 173 mil cabezas mensuales.
Es posible que la faena de vacas se incremente acentuadamente en los próximos meses, hasta tocar un pico máximo en junio-julio, momento en que podría alcanzar las 300 mil cabezas mensuales.
Esta sobreoferta puntual caería abruptamente si se produjeran en los próximos meses lluvias “generalizadas, abundantes y sostenidas”.
De revertirse la situación climática, la faena de vacas en el segundo semestre podría caer hasta la mitad del pico estacional de mediados de año.
Lic Ignacio Iriarte
Analista del mercado ganadero