La caravana parece infinita, intento asomarme y lo que veo a lo lejos, en definitiva me trae cierta tranquilidad, saber que pasar a uno, a tres o a cinco, de poco va a servir, cuando la vista se pierde allá a lo lejos de la subida pasando el ingreso a San Román y solo la paciencia, será la que me traiga –salvo alguna imprudencia de la via contraria- sano y salvo a casa. Sin dudas, el regreso por la Ruta 3 de Monte Hermoso a Bahía Blanca o viceversa, es el claro ejemplo de cómo la política, es capaz de matar ciudadanos, uno a uno ir tachándolos de esa lista imaginaria, de que las cosas realmente importantes, no se hacen, no les interesa, más allá del lema actual de que si hay plata o no la hay.
A medida que avanzo el cruce a Pehuen Co me saca una sonrisa: una “T” en medio de todo ese tránsito para que algún infeliz que sale de dicho balneario tenga que hacerse espacio, porque ni siquiera la autoridad vial tiene la compasión de que sus agentes ordenen un poco un tránsito completamente desmadrado. Claro, hace apenas unas horas, el impresentable del gobernador seguramente en avión privado, helicóptero o con un mar de “séquitos” y patrulleros, se habrá hecho lugar en la ruta, ni enterándose que para llegar a cualquier Balneario, lo primero que hay que tener, es suerte, esa que nos diga que hoy, no nos ha llegado el día. Por lo demás, solo depende de eso, y de una infinita paciencia.
Me imagino que sentirá un político si llega a nuestra ciudad –“Tambor City” así llamada en joda por un grupo de amigos- y tiene que atravesar la circunvalación, esa muestra arquitectónica que marca la involución, la desidia, la corrupción, el estado económico reinante, la falta de políticas públicas, el estado que siempre estuvo ausente y que de nada sirve su supuesto estado presente, la poca importancia que tenemos los ciudadanos, mientras estos gauchos se pelean por el quorum, por bajar la mano, por faltar mil veces a sesiones, por presentar inéditos proyectos que no le sirven a nadie, por las mil cosas que dejan en claro que no hay nada más inservible que esta política que nos ha traído hasta acá, que esa forma de hacer política pública, que nos ha colmado de inseguridad, de drogas, de falta de educación, de insalubridad, de retraso, de tanto pero tanto retraso, que aún tenemos que seguir escuchando inútiles hablando de que sin estado no hay vacaciones.
Será imposible alguna vez hacer un pacto? Tanta miseria mental reina entre quienes nos han gobernado y nos siguen gobernando? Tanta avaricia puede haber para pensar solo en juego político y no en la gente? Las respuestas las sabemos todos, si, son miserables, son una verdadera casta a la que solo mueve el poder y su ambición de tenerlo, en nosotros –lo voy a decir de la única manera que se puede decir- se cagan olímpicamente, sino una simple autovía en la principal ruta del país –la nacional 3- debería estar pensándose en el cuarto carril, no recién pensar en hacer el segundo.
Ya no hablo de Rusia y Ucrania, no digo China y EEUU, ni siquiera Hamas e Israel, hablo de un pacto sencillo entre algunos tipos que son vecinos tuyos y mios, esos que simplemente expresen en toda la política una línea para los próximos 10 años, ya ni si cincuenta pido!!! Que haya una sola idea para los delincuentes, una sola salida para los corruptos, una única línea para la educación, un solo proyecto donde estemos de acuerdo que las retenciones de última, deberían ir un 100% para parar los “asesinatos del estado”, esos que ocurren cada vez que salimos a una ruta, y no es doble carril.
Un pacto, ese que permita que por una sola vez en un momento de la historia, los Kuka, los Zurdos, los Lliberales, los Pro, ellos, ellas, elles y todos nosotros, nos pongamos de acuerdo en cuatro líneas, tan difícil puede ser? Iluso no? Mientras tanto, seguiremos viendo como los del Estado omnipresente, cada día, siguen apretando del gatillo.
Carlos Bodanza
Para Mañanas de Campo
