Final de una semana corta con comienzo de un fin de semana extra-large para el mercado ganadero y un examen que todo el sector, estará rindiendo estos días, cuya aprobación final, tendrá mucho que ver en lo que puede ocurrir de aquí en adelante en materia de valores, particularmente del consumo.
Escuchar columna de Carlos Bodanza:
Una semana que mostró un buen ingreso en el total, y con valores que estuvieron rompiendo los techos: el ingreso 20.572, el máximo de la semana 4500$ por los de consumo, algo que en el interior también se avaló hasta con 4200$, todos valores que viajaron hacia el mostrador que en estos últimos dos meses, llegó a meter un 15% en las subas, pero a la hora de los cortes, se publicó un “rimbombante” 48% de suba para la tira de asado, pero dicho número está medido por la Camara Argentina de Matarifes en el oeste bonaerense, no es un porcentaje representativo a la hora de hablar con los carniceros del interior, que en los últimos 6 meses venían con pequeñas correcciones y en estas tres semanas corrigieron ese 15% faltante, para una suba en la hacienda en pie que está además avalada por un grave problema de fondo: los stocks.
La invernada sigue mostrando las necesidades y números que no encuentran un aval en las planillas del Excel: lotes de 200 kg arriba de los 6000$ o lotes de hasta 300kgs cercanos a los 5000$, convalidar esos valores en el gordo, es una quimera, solo proyectable hacia la exportación, uno de los grandes faros que todos parecen perseguir, subiendo poco a poco los kilos de faena. Esta semana sin ir más lejos, en un remate de terneros con genética y calidad, apareció la tercera “pata” ausente: el plazo, con lotes de hasta 90 días, los precios volaron por el aire.
La categoría que no logra remontar en la relación, es el vientre: justamente la única que hoy se paga, es la que da el “retorno” inmediato, la vaca con cría. Se ven valores cercanos a los 2 millones de pesos lo que pisa y no en haciendas “marcadas”, pero es difícil invertir sin plazo en una vaca preñada, que será de devolución a largo plazo, y por ahora los Bancos, siguen jugando a otra cosa, esperando que la economía continúe su mejoría.
Todos indicadores que junto con la faena de hembras elevada, marcan un rumbo de firmeza, con fin de año a la vuelta de la esquina y esperando la clásica jugada de muchos supermercados y frigoríficos: una vez avalada la suba al mostrador, habrá que ver cuánto siguen comprando y cuándo se retiran de las ventas, una operatoria clásica para bajar el precio de la hacienda en pie, con la salvedad de que este año la falta de oferta, dificultará muchísimo ese argumento a la hora de exprimir algo más de rentabilidad.
Por último, hay un fuerte componente impositivo en la calle: muchos reteniendo por no poder vender, muchos avalando valores para lograr facturas como sea, todos problemas nacidos de un sistema tributario perverso y sin miramientos, para aquellos que tuvieron que por ejemplo, liquidar haciendas por sequía o inundación, demostrando que el socio llamado estado, es el peor ancla de cualquier empresario argentino.
Por lo pronto, el mercado sigue más que nunca –el antónimo de la del sur, la vaca muerta- en “carne viva”, con valores de los que nadie quiere, quedarse afuera.
Carlos Bodanza para Radio Nacional y Campo Total Web
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