El 2025 termina dejando más certezas que dudas para el mercado ganadero de la región. Así lo resume Hernán Vittori, uno de los socios titulares de Vittori Ercazti, quien hace un balance del año desde el costado financiero de la consignataria, pero también desde la lectura fina del negocio que deja cada remate.
El último encuentro comercial sorprendió incluso a la firma: 4.000 vacunos ingresaron a la feria, un volumen que nadie imaginaba quince días atrás. Para Vittori, ese número refleja algo más profundo: “Es como que vuelve a aparecer esta retención que se vio a mitad de año. Ahora empiezan a salir de a poco los lotes de terneros, pero con una lógica: con estos valores la gente puede manejar sus finanzas y vender según su necesidad, porque la hacienda vale”.
Escuchar Nota con Hernán Vittori:
El factor impositivo perdió peso en diciembre
Tradicionalmente, diciembre era un mes donde las decisiones fiscales condicionaban la oferta. Sin embargo, para el consignatario ese comportamiento quedó atrás.
“Hace años que el tema impositivo no mueve tanto la aguja. Los contadores se anticipan, los productores ordenaron mejor su situación y ya no se ve aquella locura de diciembre. Hoy tuvimos 4.000 animales; antes en diciembre muchos retenían y esperaban a enero”.
Finanzas: el alivio llegó tras las elecciones
El otro eje del año fue financiero. La volatilidad de tasas y la ausencia de crédito pusieron tensión en un negocio acostumbrado a los plazos.
“Vivimos un año de vaivenes. Las tasas subían, bajaban… pero en las últimas dos semanas recibí tres mails de bancos oficiales anunciando bajas. Recién ahora las tasas se están acercando a un nivel razonable para un crédito productivo”, explica.
Sobre los plazos —una herramienta histórica del feedlot y la comercialización—, la lectura es clara:
“El plazo se perdió cuando la inflación explotó. Nadie estaba dispuesto a financiar. Y una vez que se acortó, ahora cuesta que vuelva. Por eso es clave que los bancos recuperen presencia y acompañen”.

Invernada firme y un gordo que no acompaña: las señales cruzadas
Aunque el clima general es de entusiasmo, también aparece cierta preocupación por la distancia entre los valores de la invernada y la falta de reacción del mercado del gordo.
“Cuesta buscarle explicación. Es difícil hacer un número con los valores actuales de reposición. Y para los frigoríficos también. Somos una cadena: si un eslabón se dispara y el otro no, se desacomoda todo”, advierte.
Las expectativas que mueven al mercado
¿De dónde nace entonces esta firmeza de la invernada? Para Vittori, el motor hoy es la expectativa exportadora.
“Entre la posible apertura de Estados Unidos y una nueva cuota para China que se está conversando, el mercado está leyendo que algo puede venir. Eso sostiene los precios. Ojalá sea algo que llegue para quedarse y que a todos les cierre el número”.
Infosudoeste


























