La época de parición ya está dando sus primeros pasos en algunos campos y en pocas semanas comenzará a generalizarse en los establecimientos de la región. Por eso las recomendaciones para minimizar las pérdidas en etapa de parto fueron uno de ejes principales que tuvo la jornada ganadera orientada al manejo reproductivo realizada días pasados en la Chacra Experimental Napostá.
Y por eso en Mañanas de Campo tuvo un lugar destacado la charla con el Médico Veterinario José Durán: “Pepe” fue el responsable en el mencionado encuentro de la disertación titulada “Parición: claves para minimizar pérdidas, ofreciendo estrategias para mejorar la eficiencia reproductiva”. En un productivo ida y vuelta radial dejó varias recomendaciones.
– Ante las pérdidas, ¿cuándo tenemos que empezar a preocuparnos? ¿Qué porcentaje según la categoría es normal?
– Pérdidas sabemos que va a haber. Podemos tenerlas antes del parto, en el parto y postparto. En el caso de las pérdidas preparto, algo normal es del 1 al 2% en la vaca y del 4 al 5% en vaquillona, categoría en la que siempre se da un poco más porque es más problemática. Si uno está por encima de esos valores, ya tendría que estar pensando en algunas enfermedades denominadas abortivas, como brucelosis, leptospirosis, tricomona, campylobacter.
Cuando hablamos de las pérdidas en el parto, lo normal sería del 1 al 2% en la vaca y hasta un 5% en la vaquillona. En total, en general, el promedio de las pérdidas en un campo no tendría que ser el mayor al 10%. Siempre tomando en promedio lo que es vaca y vaquillona, y sabiendo que en la vaca las pérdidas son menores que en la vaquillona.
– Estamos en un año muy particular, con muy buen forraje en general, y hay mucha vaca y vaquillona gorda. ¿Es bueno o malo para la parición que lleguen pasadas de estado?
– En ese caso entramos en una complicación, porque esa vaquillona o vaca engrasada en el momento del parto tiene una dificultad muy grande, que es que el canal de parto se llena de grasa y se nos achica. Se reduce el espacio por donde tiene que pasar el ternero.
– ¿Qué recomendás en esos casos?
– Lo que habría que hacer es unos 45 días antes levantarle la pata un poquito a la comida, como para que se mantenga bien la vaquillona, pero que no se me engrase ese canal de parto, y además no me crece tanto el ternero. Porque en la última etapa de la gestación es cuando más crece el ternero. Entonces al restringirle un poco la comida logramos que no se engrase el canal de parto y que el ternero crezca menos.
– Llegamos al parto y empiezan los interrogantes. Desde que identificamos que empieza el trabajo de parto hasta que finalmente pare, ¿cuánto deberíamos esperar? ¿Cuándo debemos intervenir? ¿Cuándo llamar al veterinario?
– La vaca tiene una etapa de dilatación del cuello del útero, que es el cérvix, para que ese ternero pueda salir, y eso en una vaca puede durar de 2 a 3 horas. En la vaquillona siempre se retrasa un poquito más porque es más inexperta y tiene más problemas que la vaca, pero no tendría que pasar de 4 a 6 horas esa etapa de dilatación.
Una vez que ocurre esa etapa de dilatación, la etapa de expulsión, la del parto propiamente dicha, no tendría que pasar más de 30 minutos a una hora en una vaca, y unos 45 minutos a una hora y media como mucho en una vaquillona. Esos serían los tiempos normales que tienen las vacas y las vaquillonas para parir desde que uno las encuentra y que empiezan el trabajo de parto.
– ¿Con qué nos preparamos?
– Siempre hay que tener un botiquín preparado, y le ponemos lo que cada uno considere que necesita. Lo que siempre recalco es que el botiquín tiene que estar preparado antes de que arranque el parto, porque en el momento, si uno sale a recorrer y no tiene las herramientas necesarias se complica.
Ese botiquín lo principal que tiene que tener son guantes cortos y guantes largos para el operario que maneja la parición. Siempre llevar algunas sogas para manear la vaca, porque en el medio del campo por ahí hay que voltearla para ayudarla a parir. Hay que tener unas cadenas para maniobras ostétricas, también, para ponerle en la manito al ternero para tratar de manejarlo y poderlo sacar. Óvulos, antibióticos, porque en el caso de que uno hace una extracción de un ternero, está toqueteando. Entonces, lo ideal es ponerle antibióticos. También llevar antidiarreico, porque por ahí va recorriendo y ve algún ternero con diarrea y ya que está lo trata.
– ¿Y cuándo hay que intervenir?
– Con el tiempo ya la gente de campo sabe cuándo una vaca está apartada, y está por parir o está en el proceso de dilatación. Y cuando uno le da el tiempo necesario y la vaca no pare, ahí hay que parar las antenas y decir, “bueno, acá estamos en presencia de un parto distócico”, que es un parto difícil o complicado que necesita asistencia, ya sea veterinaria o del mismo productor.
En ese momento hay que mirar a ver si podemos ver qué es lo que va a salir, si son las patas, la mano, la cabeza, si está bien, si es muy grande, la posición. Y decidir si es necesario llamar a alguien. Uno sabe que la posición normal del ternero es con las manitos y la cabeza metidas en el canal de parto, que son justamente los que vienen haciendo la dilatación del cérvix.
Hay que tratar siempre de acomodarlo a la posición normal, y evitando también no lastimar adentro, porque ahí uno agarra una manito y la quiere doblar para sacarla y lo que hace con la pezuña es lastimar el útero. Entonces, yo lo que aconsejo siempre es que metan la mano, agarren la pezuña con la mano y traten de dar la vuelta.
– El tema de los restos de placenta, ¿hasta cuándo los dejamos? ¿Cuánto esperamos?
– Normalmente la vaca expulsa la placenta en el cortito tiempo que sale el ternero, pero por ahí tenemos lo que se llama la retención placentaria. En ese caso lo que vamos a ver es un pedazo de placenta colgando que empieza a tener olor a podrido y feo aspecto. Ahí se recomienda llamar al veterinario porque hay que medicar lo antes posible para que esa placenta no haga un efecto mecha y nos contamine el útero.
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