Son varios los productores que tuvieron que diferir la fecha de siembra del maíz, o incluso todavía no pudieron implantarlo, por falta de piso por exceso de humedad. Algo impensado que pudiera darse en el sudoeste. De hecho, en nuestra región, el cultivo pudo incorporarse a los sistemas a partir de la implementación de estrategias defensivas basadas en bajar la densidad de siembra para contrarrestar la poca agua disponible.
Ahora bien, en este año de perfiles llenos, ¿hay que cambiar el manejo y apuntar a otra estrategia para lograr buenos resultados o los rindes esperados? El Ingeniero Gustavo Thiessen, uno de los más conocedores en la materia y gran responsable del corrimiento de la frontera maicera, recoge el guante, y en una charla en Mañanas de Campo deja algunas recomendaciones y cuenta qué alternativas está explorando en el cultivo a partir del nuevo escenario ganadero.
“Hoy en todo el sudoeste los perfiles están llenos y lógicamente lo que es inaudito es que hubo productores que estaban queriendo sembrar ya desde muy temprano y se vieron complicados”, comentó de entrada Gustavo.
– En este escenario el interrogante pasa por si hay que cambiar la habitual estrategia defensiva a la hora de hacer maíz.
– Las precipitaciones han ido forzando a los productores a tener que ir corriendo el momento de siembra, y para este año, la fecha actual, es un intermedio. Porque siempre volvemos a lo mismo, hay que ver la película. Hoy la foto es espectacular, pero la siembra que vos estés desarrollando ahora se te va a definir a mediados de enero, y acá en el sudoeste sabemos que la taba puede cambiar relativamente rápido. Sumado a que en muchas zonas no tenemos perfiles que nos permitan acumular buen agua.
Entonces, como siempre digo, todo va en función de establecer el rinde objetivo de la zona. Es decir, si nos viene un año favorable, muy probablemente el maíz se va a presentar un poquito por encima de ese rinde objetivo porque generalmente depende mucho del agua, y lógicamente después del manejo relacionado que hagamos con fertilización y demás. Pero la realidad es que hoy por hoy el formato prácticamente sigue siendo el mismo.
Sepamos el tipo de híbrido que vamos a sembrar, teniendo en cuenta ese mecanismo de compensación. Lógicamente que en ese sentido hay híbridos que te pueden entregar 300/350 gramos y otros que te pueden entregar hasta 5500/600 gramos por planta. Por lo cual, la densidad sigue siendo la que te va a dar una seguridad ante ciertas situaciones que puedan ocurrir.
También está claro que en un año así el productor que quiere apostar un kilito más, además de la densidad, tiene que estimularse con la fertilización. Sabiendo que tengo un perfil lleno y que ya con poco de agua llego. Ese sería mi criterio en caso de tener perfiles profundos, porque hoy verdaderamente los perfiles están llenos.
Ahora, para un productor de Dorrego, que tiene un suelo de 50/60 centímetros, la película hoy es favorable, el tema es si se corta o no el agua, y en qué momento, algo que es bastante normal en nuestro sudoeste.
– Con el foco puesto en la baja densidad, empezaron a surgir algunas cuestiones respecto a la distancia entre plantas y a las complicaciones que pueden surgir en cosecha. ¿Qué mirada tenés al respecto?
– Con algunos integrantes de Aapresid tenemos en la zona de Coronel Falcón un ensayo, que surgió como una necesidad para siembras tempranas o bien tardías en zonas donde si sacas 4.000 kilos sos Gardel. El ensayo abarca densidades ultra bajas, una de 8.000 y otra 13.000 plantas.
Y eso amerita a que, ya por esas ultra bajas densidades, anular surco por medio favorecería muchísimo, primero la regulación de la máquina. Porque no tenés que estar modificando prácticamente nada: si pongo en el monitor la densidad, tengo que poner 16.000 o 26.000 plantas porque simplemente me va a sembrar un surco si, otro no. Entonces, tengo que tener el doble de semillas, y es lo mismo a que venimos manejando, pero ahora sin otro surco.
Con respecto a lo que es cosecha muchos productores saben que el piloto tiene que ir a 1,40, que no se te vaya a 1,10 o a 1,50 porque haces un desastre. Siempre considerando que van a estar los surcos linealmente a 1,40 para ese problema que puede surgir con el maicero por estar desalineada la siembra. Si eso lo tenemos bien hecho, mejora muchísimo la incorporación o el poder meter una tras otra las plantas porque lógicamente va por flujo de ingreso en las plataformas, no hay otra. O sea, antes de querer caerse ya está entrando la otra y es así sucesivamente.
Además de esta situación de los 4.000 o 5.000 kilos que podés llegar con un macollador con esas densidades, acá está surgiendo que hay muchos productores que buscan hacer 2.500 kilos de maíz y al tener el cultivo a 1,40 les permite un voleo y meter la hacienda. Como la ganadería está ganando terreno dentro del sudoeste, la opción hoy es hacer un verdeo a 1,40 y directamente después estar cosechándolo con el animal.
O sea, tendría un maíz de 2.500 kg o 2.000 kg en grano y directamente con una avena que puedo llegar a realizar una alta carga con un forraje de primerísima calidad. En este caso lo habían hecho para el novillo de 180/200 kilos, el productor dejó un maíz de segunda con guacho de trigo y algo de raigrás, eran 90 hectáreas. Y ahí metió una alta carga animal durante tres meses y verdaderamente el número es más que interesante.
Entonces el 1,40 que surge inicialmente como una posibilidad para mejorar lo que es cosecha, hoy también está como una alternativa más que viable para hacer un voleo para mejorar la calidad de una situación forrajera.
– En ese escenario, ¿es riesgoso adelantar la siembra o hacer un ciclo corto con más densidad para poder entrar antes a pastorear la avena sembrada al voleo?
– La siembra temprana desde que yo tengo registros, que es desde 2008, generalmente la proporción es: de 10 años podés embocarla en uno cosechando más kilos con una siembra temprana. De los nueve restantes, podés empatar uno. Y en los otros ocho gana el tardío. Entonces, el productor que está haciendo siembra temprana, yo siempre lo insisto, no está pensando en el cultivo de maíz, está pensando en la rotación.
Y hay que sincerarse, decir: “bueno, sé que lo voy a hacer los primeros días de octubre, entonces lo estoy llevando a floración a fines de diciembre. Ahí es cuando la planta va a empezar a tener su mayor demanda de agua y justamente lo hago coincidir con un requerimiento atmosférico importantísimo: alta radiación, humedad relativa baja, por lo que necesita mucho más agua esa planta para cubrir sus necesidades y si tenés perfiles cortos se complica. Tenés que tener perspectivas de que habrá lluvias intercaladas.
Ahora, si vos hacés esa rotación, o sea, decís: “Mirá, yo tengo que ir a gruesa sí o sí, bueno, juguemos la liga esta de estas ultras bajas. Vayamos al número extra finito, porque yo ya sé que voy con una perspectiva compleja. El mercado para esa época, cuando yo tengo maíz temprano, generalmente me paga un poquito más porque eso es generalmente también el otro condimento que te toman. Y si son rindes de 3.000/4.000 kilos, a mi criterio por lo que me están dando los índices son densidades de por debajo de 10.000 plantas para un macollador y entre un 10.000 y 14.000 para los doble espiga.
Y en el caso de los hiperprecoces, o sea, los que tienen llenado rápido, hay que tener claro que no te puede fallar nada porque se te caen mucho más rápido. Es decir, son como los ciclos cortos en trigo, generalmente se siembran a comienzos de agosto, y tienen que tener una condición muy buena. Por lo cual en una siembra muy temprana yo iría con los tradicionales y los cortos los guardaría para esa situación bien tardía, porque más que nada en el sudoeste sabemos que así como hoy nos muestra una cara se puede cortar de golpe y con estos perfiles es compleja la situación.
– Ha habido mucha inversión en genética por parte de las empresas en los últimos años y eso se refleja en el abanico de híbridos y alternativas que el productor tiene para elegir en cada región.
– Las empresas al cultivo que más le aportan es al maíz, y no solamente en genética, sino en eventos. Es decir, en resistencias de distinto tipo. Hoy el maíz, a mi criterio, es uno de los cultivos en el que tenemos más herramientas químicas como para manejar todas estas variables.
Entonces, además del factor genético y que es increíble como uno u otro híbrido te puede compensar o su mecanismo de compensación es impresionante, tenés una paleta de lo que son herbicidas tremenda. Esto hace que si uno es prolijo en el manejo, hasta te permite en esta zona hacer cuatro o cinco años maíz, algo impensado en 2008.
A su vez, nosotros en el sudoeste tenemos una ventaja que si bien las enfermedades están, no nos generan tanto problema como puede ser en el norte, producto de nuestro ambiente. Pero hay productores que han metido seis y hasta siete años de maíz sobre maíz sin ningún tipo de problema, rotando con los híbridos por mecanismo de compensación y también por el hecho de tener manejo de herbicida.
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