Hace pocas semanas, la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Bahía Blanca (AGA) renovó autoridades y eligió como nuevo presidente a Brian Robert, un dirigente joven, con trayectoria dentro del movimiento gremial agropecuario y con paso por entidades de base – Carbap- y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
En diálogo con Carlos Bodanza, Robert habló del armado de la nueva comisión directiva, del complejo balance de un año marcado por la inundación de marzo, del buen momento productivo que atraviesan la agricultura y la ganadería, y de los principales desafíos que enfrenta hoy el productor de la región.
—Brian, asumiste hace pocas semanas al frente de la AGA. ¿Cómo se dio este proceso y qué comisión te acompaña?
—La verdad que es tal cual lo dijiste. Hace un par de semanas tuvimos el cambio de comisión y se armó un lindo mix entre gente joven, con muchas ganas, y personas con varios años de experiencia, que son quienes nos apuntalan y nos brindan respaldo a la hora de tomar decisiones. La verdad que se armó un muy buen grupo de trabajo, gracias a Dios.
—Es un año muy particular para el sector, atravesado por la inundación de marzo. ¿Cómo se puede hacer un balance?
—Es muy difícil hacer un balance sin tener en cuenta lo que sucedió a principio de año con la inundación, que fue realmente trágica. Productores con alambrados destruidos, caminos intransitables, pérdidas enormes. La parte urbana ya es conocida, pero en el campo hubo casos donde prácticamente se tuvo que volver a empezar de cero.
La verdad que es admirable el coraje y el empuje que tuvieron muchos productores para afrontar esa situación.
—Más allá de ese golpe inicial, hoy el contexto productivo parece favorable.
—Sí, haciendo esa salvedad, creo que hoy la ganadería atraviesa un momento muy bueno. El “veranito” que estamos pasando, la disponibilidad de forraje y los precios acompañan. En agricultura, si bien hay una incidencia importante de los costos, los rindes vienen siendo muy buenos, aunque en algunas zonas hubo problemas puntuales por heladas o granizo.
En términos generales, el clima, el volumen productivo y los precios- sobre todo en ganadería- están muy bien, sumado a algunas señales del Gobierno- como la baja de retenciones- que invitan al productor a creer y a apostar un poco más.
—Una preocupación que atraviesa a toda la región es el riesgo de incendios.
—Sin dudas es hoy una de las mayores preocupaciones. En los últimos días el panorama cambió mucho y hubo varios focos. Se trabaja mucho desde el silencio, con gente como Santiago Álvarez, tratando de concientizar.
Está claro que el productor tiene una responsabilidad grande en hacer picadas y contrafuegos, pero también influyen otros factores: turistas, transeúntes, colillas de cigarrillos, botellas de vidrio, incluso las vías férreas. Hemos tomado cartas en el asunto y tenemos pendiente una reunión con empresas ferroviarias para ver cómo están trabajando en la prevención.
—¿Falta mayor conciencia social?
—Sí, totalmente. Esto no es solo responsabilidad del productor. Donde falla una de las patas —banquinas, vías, contrafuegos— el desastre está. Hay muchísima masa seca y cultivos de fina listos en todos lados, y una acción negligente mínima puede generar un daño enorme.
—En materia ganadera, aparecen nuevas oportunidades comerciales pero también mayores exigencias.
—Exacto. El mercado está dando señales claras. China empieza a demandar algo más que la vaca de descarte, aparecen oportunidades en Estados Unidos y Europa, pero eso implica ponerse un traje serio.
No podemos decir que no a todo. Hay que entender que pensar solo en el mercado chino ya quedó atrás y que hay que pensar en grande.
—En ese marco, la caravana electrónica es uno de los grandes cambios que se vienen.
—Es un hecho que a partir del 1° de enero entra en vigencia la caravana electrónica. Desde la Asociación organizamos una jornada con SENASA para evacuar dudas de los productores.
Esto va a ser un trabajo mancomunado entre SENASA, veterinarios, asociaciones y productores. Si queremos avanzar y crecer, hay que poner los pies sobre la tierra y entender que esto puede traer beneficios en términos de acceso a mercados.
—Otro tema que preocupa es la falta de bastones lectores. ¿Se evalúa alguna alternativa?
—Sí, estamos analizando algunas opciones. Sabemos que hay experiencias de firmas consignatarias y estamos evaluando algo similar desde la Asociación. No es sencillo, porque hay que considerar cantidad, uso y cuidado, pero estamos trabajando en ese sentido.
—Para cerrar, ¿qué mensaje le dejás a los productores de la región?
—Siempre digo que las puertas de la Asociación están abiertas para todos, sean socios o no. Para plantear inquietudes, sugerencias y también críticas. Somos gente común, no iluminados, con muchas ganas de colaborar y de mejorar el metro cuadrado que nos toca, que es la producción agropecuaria.
Invito a todos los productores del partido de Bahía Blanca a participar, a acercarse y a involucrarse. Siempre es mucho más fácil trabajar juntos que de manera individual.
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