En un planteo ganadero la planificación es un insumo básico y fundamental para lograr el resultado deseado. Claro que también es clave que esa programación sea elástica y nos permita tomar decisiones sobre la marcha que alteren la hoja de ruta inicial como respuesta a factores no previstos, pero que nos lleven al mismo destino.
“No tenemos que aplicar recetas sino ir adaptándonos a los distintos escenarios que se nos plantean”. “Tenemos que dejar lo que hacían nuestros abuelos, debemos profesionalizar la ganadería”. Los dos frases llevan la firma del médico veterinario Ricardo “Chiche” Chayer y son una muy buena síntesis de la esencia de la charla que mantuvo con Carlos Bodanza y el ingeniero Gustavo Almassio en Mañanas de Campo.
El disparador de la conversación fue la disparada del precio del ternero (el factor no previsto en este caso) y la conveniencia del productor de adelantar el destete, con todas las implicancias de manejo que esa decisión conlleva. Y fue el punto de partida de un muy productivo recorrido en el que “Chiche” sacó a relucir toda su vocación docente para responder las preguntas y despejar las dudas de sus dos interlocutores en una charla sin desperdicio.
“Se está adelantando la salida de los terneros porque apareció un febrero con un mercado totalmente diferente a lo que estamos acostumbrados y la planificación que uno tenía cambia”, plantea Carlos, quien fue alumno de Ricardo en la Facultad de Ciencias Veterinarias de Tandil.
“Desde nuestro grupo y desde la facultad siempre planteamos que no tenemos que aplicar recetas, que nos tenemos que ir adaptando a los diferentes escenarios que se van dando. Tenemos que tener la suficiente cintura como para que si tenemos que hacer un destete anticipado, hacerlo”, explica Chiche.
“Obviamente que nuestro punto de partida tiene que ser un buen balance forrajero en el que nos vamos guiando y lo que indica qué tenemos que ir haciendo, pero con la posibilidad de que cuando es necesario cambiar, podamos hacerlo. Adelantar o atrasar, el destete por ejemplo”, agrega el médico veterinario y docente.
– Carlos: Quizás estamos muy enfocados a veces en la tasa de preñez, que es importantísima, pero también lo es el número de terneros.
– Chiche: Totalmente. En general se le da muchísima importancia a la tasa de preñez y se deja muchas veces de mirar el resto de la película, que es la que termina dando la cantidad de terneros que uno va a destetar. Siempre hay que estar calculando los indicadores en función a la cantidad de vientres a los que uno le dio servicio, como para que ese sea el denominador de nuestras cuentas. Tanto el índice de preñez, como el de parición, como el de señalada, como el destete. Y al haberlo calculado siempre con el mismo denominador, incluyendo y sacando esas vacas que se vendieron o que se compraron después del tacto, uno tiene el final de la película, que es la cantidad de terneros que desteté en función de las vacas que recibieron servicio, que es en definitiva el principal indicador.
La película hay que verla completa y llegar al destete con la mayor cantidad de terneros posible. Siempre yo hablo de que no es una cuestión de suerte, sino que a esa suerte hay que acompañarla, y hay que ir acompañándola en todo el período para que no se nos vayan cayendo terneros del camión.
Tras esa una buena introducción general, Gustavo Almassio se encarga de ir a cuestiones más particulares de manejo y sacarle todo el jugo a la experiencia de Chiche.
– Gustavo: Con estos cambios de temperatura que estamos teniendo, ¿cuándo habría que darle la vacuna de neumonía al ternero? Teniendo en cuenta que una cosa es cuando uno lo sigue porque es de producción propia y otra es si lo compró en la feria y no conoce el estado sanitario.
– Chiche. Entre los factores predisponentes del complejo respiratorio de las neumonías, probablemente uno de los que tenga más impacto sea la amplitud térmica. Y estos cambios de temperatura que uno ve ahora, generalmente los observábamos a fines de noviembre o en diciembre, e impactaban en el rodeo de cría, en terneros al pie de la madre. Eso hizo que desde hace 20 años estemos aplicando la vacuna contra neumonía al pie de la madre.
Yendo a tu consulta, puntualmente en este periodo, no tenemos mucho por hacer más que tratar de tener un ternero preacondicionado. Todo lo que no hicimos antes del destete, intentar hacerlo al destete no siempre nos va a dar el resultado que queremos. Igual, obviamente cuando uno compra terneros, salvo que tenga un convenio con el criador y que pueda tratar de comprar terneros preacondicionados, cosa que no es lo que ocurre habitualmente, compramos terneros que no sabemos qué situación sanitaria traen. Y en ese caso tenemos que arrancar de cero en el momento en el que los animales llegan.
Nosotros siempre sugerimos por lo menos dejar pasar dos o tres días desde la llegada del ternero, no mucho más, y dar la primera dosis de las vacunas contra neumonía, queratoconjuntivitis y mancha y gangrena, que tampoco sabemos cómo vienen. Y a los 20 días tenemos que estar volviendo a aplicar una dosis de esas mismas tres vacunas. Porque son vacunas muertas, inactivadas, que necesitan de esta segunda dosis para lograr lo que nosotros llamamos efecto booster, que es ni más ni menos que las defensas aumenten y perduren más en el tiempo.
Eso es un poco lo que tenemos que hacer con terneros al momento del destete, cuando desconocemos la sanidad que traen. Ideal en terneros que uno maneja, que son terneros que vienen de una cría propia, las dos dosis se las damos al pie de la madre. La primera en noviembre junto con la aftosa y la segunda a los 20 días. Y la tercera una 10, 15 días antes de destetar, que siempre va a ser mejor que aplicársela antes del momento del destete por el estrés que genera.
– Gustavo: ¿Qué recomendas respecto a los antiparasitarios? Yo soy de la idea de que cuando van a un verdeo que está limpio, recién ahí ponerles.
– Chiche: Soy de la misma escuela que vos, de en lo posible no desparasitar al pie de la madre. Hay casos y situaciones extremas en las que se necesita, pero en la mayoría de los casos, con una vaca en buen estado, teniendo en cuenta que en el verano la cantidad de larvas que hay en el pasto es baja. Desparasitamos a partir del destete con la droga que corresponda, según lo que nos indique el veterinario. No usemos receta para eso, no sistematicemos que hay que usar siempre una Ivermectina ni un Ricobendazol porque no sería lo más adecuado. Hay que aplicar la droga que corresponda a ese campo. Vos vas a entrar a un verdeo y corresponde aplicar una droga, vas a entrar a una pastura totalmente sucia y conviene aplicar otra.
Entonces, desparasitamos al destete y a partir de ahí hacemos el seguimiento. Nosotros llamamos monitoreo periódico a través de HPG, que son huevos por gramo de materia fecal, que vamos a juntar en el potrero. Hay que juntar 10 muestras de materia fecal -sin tocar la tierra- de un mismo rodeo, de animales que recién defecaron. Las meto en bolsas, las identifico y eso es lo que mando al veterinario o al laboratorio para procesar. Con ese resultado nosotros desparasitamos o no desparasitamos.
Y ahí también planteamos el tema de la resistencia: tenemos que cuidar los principios activos. Las drogas que tenemos hoy disponibles en el mercado son tres y tenemos problemas de impresionantes de resistencia a las lactonas y también a los benzimidazoles. Nos estamos quedando sin herramientas.
– Carlos: El tema del estrés, que es importantísimo para ese ternero que se desteta. ¿Cómo manejas la castración?
– Chiche: Es algo que estamos aprendiendo todos los días. Estamos tratando de solucionar el problema destete y no siempre vamos a tener toda la solución, tenemos que hacer lo mejor posible. Si yo puedo, en los campos donde nosotros podemos y tenemos injerencia, la castración la hacemos al nacer, porque sabemos que el estrés es menor. Sabemos que es mucho más sencillo y evitamos toda la maniobra posterior de una castración que es complicada, después prefiero durante la señalada y si no ocurrió hasta ahí o nos quedaron algunos enteros, lamentablemente lo tenemos que hacer al destete.
Y en el caso de castrarlo, una de las herramientas que tenemos para evitar las bicheras, que es lo que vos planteabas, es tratar de usar una doramectina, en este caso tratar de usar doramectina que es la que mejor efecto tiene.
– Gustavo: En caso de que llegado el otoño ese ternero no esté capado, ¿es preferible hacerlo con el método tradicional o con la pinza?
– Chiche: Cualquiera de los dos métodos son excelentes, claro que hay que aplicarlos bien. Nosotros usamos muchísimo la pinza y lo que siempre recomendamos, es fundamental que lo tengan en cuenta, que antes hayan aplicado la vacuna del tétano, porque sabemos que las consecuencias pueden ser complicadas, pueden ser graves, se pueden morir varios terneros destetados. Tomando esa precaución es una herramienta excelente.
Y en el caso de la castración tradicional, que es una cirugía, hacerlo bien, tener todas las precauciones como para que no se nos vaya en sangre, como para que no se nos infecte y se nos muera por una infección post castración.
– Carlos: Por último, vos decías “no es suerte”, y me parece muy buena la frase. Y en ese sentido, está bueno recordar que ustedes tienen medido que 12 kilos es el costo de la sanidad.
– Chiche: En un rodeo de cría, el costo sanitario, que incluye los productos masivos utilizados en el año básico, o sea todos aquellos tratamientos que le hacemos a todo el rodeo -vacunas, antiparasitarios, minerales-, no un antibiótico que le dimos a un animal, eso no está incluido porque no lo metemos en el costo de plata. Más honorarios de laboratorio, de veterinarios, de tacto, sangrados, toros, preservicio y demás -no incluyen la inseminación por supuesto-, está entre 11 y 12,5 kg. históricamente desde que yo lo mido desde 1994. No cambian los valores.
Y aclaro que desde el punto de vista de un margen de un establecimiento, es un gasto directo de la actividad ganadera, no una inversión. Es un gasto directo, pero se considera como inversión porque uno, muchas veces los beneficiados, la tratan de considerar como inversión porque es como que lo que estás haciendo ahora es para evitar un mal hacia adelante. Pero es un gasto directo.
– Gustavo: Ahí entra también que el productor tendría que tener un asesor y veterinario para poder planificar un calendario y no llamarlo para venir a pagar el incendio, como pasa a veces con el contador.
– Chiche: Yo siempre hablo de que debemos profesionalizar la ganadería. Soy productor agropecuario, mi bisabuelo, mi abuelo y mi padre también lo eran. Y muchas veces escucho y veo que nos sentimos orgullosos de estar haciendo lo que hacían nuestros abuelos, cuando probablemente tenemos que dejar de hacer lo que hacían nuestros abuelos y profesionalizar la ganadería. Estoy convencido de que pasa por ahí.
Nosotros vemos que en aquellos campos a los que les va bien son aquellos que tienen un balance forrajero, que tienen un plan sanitario diseñado por un veterinario, que hay una interacción entre veterinarios y agrónomos, y no que los llaman para apagar incendios, sino que están trabajando previniendo los incendios.
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