El mercado ganadero arrancó la semana con un torbellino de sensaciones, desde el mismo lunes cuando se conoció la quita de retenciones, primero fue la incertidumbre por lo que podría pasar con el maíz, luego se sumó la quita de retenciones a la carne, apenas 48 hs y no mucho más, todo volvió a foja cero (en realidad no es cero justamente lo anterior) y todo esto, terminó metiéndose en un mercado, al que no le sobran pulgas para sacudirse, de allí que se vieron algunos cambios y otros, no movieron una coma.
El mercado de Cañuelas se vio invadido de remates, esta semana Angus permitió que muchas consignatarias realizaran sus ventas, con lotes especiales, con precios y valores que una vez más, dan a entender que ante cualquier inestabilidad, el dólar “rojo” es el que manda, todos se calzan en invernada y los valores volvieron a mostrar los 4700-4800$ en terneros y no tanto, con livianos pasar los 5000$ y toda la ternera cerquita de los 4000-4200$ en varios lotes. Hasta ahí, un mercado que muestra que todo lo que se pueda reinvertir, va derecho a “patas”.
Pero claro, está el otro mercado, el inamovible, más aún esta semana donde Cañuelas apenas junto poco más de 18 mil vacunos, los techos se pasaron levemente en lotes especiales, pero más por faltante que por números de conversión, esos que no cierran de ninguna manera con terneros a los valores pagados. Pero el mostrador, es el que tiene el cartel de “stop” y nadie se atreve a cruzar los límites imaginarios que operadores, frigoríficos y carniceros, calculan.
La vaca sin embargo sigue mostrando que más empuja china, más arriba van las categorías. Todo arriba de 2000$ para las inferiores, 2600$ para las manufacturas y de ahí hacia arriba, hay que buscar las gordas arriba de 2700-2800$ y algún valor más. Idéntico el toro, todo parece viajar a China.
Los reproductores pasaron ya su mitad de campaña y arrancan el declive de ventas pero no de valores: se sostienen gran parte de las ventas, con vientres que al parir no tiene más que el techo del que quiera comprarlas y un mercado más quieto y sin financiación, para parición otoño, con tarjetas y bancos que ya no solo están ausentes, sino que sus tasas, son prácticamente un insulto al cliente.
Llueve y hay más para generar incertidumbre, llueve y la economía aún no parece hacer pie, llueve, pero no llueven ni dólares ni stock y sin este último, no hay más que seguir creyendo que todos los argumentos, muestran firmeza en el camino.
Carlos Bodanza para Radio Nacional y Campo Total Web
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