(*) Por Víctor Tonelli
Para hablar sobre la trazabilidad individual, electrónica y obligatoria, en primer lugar hay que tener una visión de largo plazo y entender que el consumo por habitante y por año de la Argentina va a caer estructuralmente o seguir cayendo en el ritmo que lo viene haciendo. Hace 30 años consumíamos 70 o 75 kg y ahora estamos entre 45 y 50. Y de acá a 10 años vamos a estar consumiendo menos de 40.
Eso implica que con 2.100.000 toneladas vamos a satisfacer la demanda del mercado interno y que nos va a sobrar (es una manera de decir) el resto que produzcamos. De cuánto será el remanente dentro de una década no lo sé. Hoy estamos produciendo en torno de 3.100.000 toneladas y si todo va bien, y las políticas de macro bajan a la micro y efectivamente no hay más limitaciones a exportaciones y volvemos al mundo, estimo que estaremos como mínimo en 3.500.000 o 3.800.000 toneladas.
No hay nada que nos puede impedir estar en esos niveles. Eso sería subir entre un 50 y un 100% el volumen de exportaciones. E implica claramente aperturas de mercados, negociaciones de aranceles y cuotas y cumplimiento de información y reglamentaciones que nos impongan los países de destino.
De modo tal que para mí el inicio de todo ese proceso de dar información confiable -la palabra confiable la subrayo y la remarco-, a los destinos donde vayamos, va a ser esencial. Lo será por razones sanitarias y hasta de ideología o de concepción del compromiso que tienen con el ambiente y con otras cuestiones las nuevas generaciones.
Entonces, para mí la trazabilidad es la llave de las exportaciones a futuro. Y sin ninguna duda las exportaciones son nuestro pasaporte al éxito. Sin eso no tenemos nada.
La trazabilidad es obligatoria
La trazabilidad no puede ser voluntaria, porque la trazabilidad es por país. Todos los animales tienen que estar trazados. De hecho hoy tenemos trazabilidad obligatoria, la gran diferencia, y el error de interpretación que hay, es que no me obligan a identificar los animales si voy al mercado interno o a terceros países o países que no sean de la Unión Europea.
Desde 2017 en que se transformó la trazabilidad individual que llevamos a través de los TRI, totalmente compleja y con muchos errores, en por tropa. La tropa te acota a que sólo podés entrar con productos que vayan a Europa y básicamente podés trazar el último campo, y en el mejor de los casos, el campo inmediato anterior.
Con el sistema actual no hay ninguna posibilidad de que en tres movimientos (cría, recría y engorde), vos puedas conocer en qué campo estuvo el animal cuando nació o vivió sus primeros años. Ninguna posibilidad.
Sistema inclusivo
Y en ese sentido, cuando se cuestiona que el nuevo sistema va a discriminar a los productores chicos, yo diría que el sistema actual es el que los discrimina. El sistema individual, inclusivo y obligatorio como el que estamos hablando, incluye a todos, porque el productor que tiene cinco terneros y el que tiene 10.000 puede estar en exportaciones sin ningún problema. Y todos los animales van a tener esa chance, vayan o no a exportación, a cualquier destino, te exija lo que te exija.
Hoy los productores chicos no están incluidos en los sistemas. Hoy definitivamente un productor chico que no tenga campo inscripto para Europa no puede participar de Europa. Y para los otros destinos cada vez te van a ir acotando la posibilidad por demandas, información.
Sanidad
El segundo tema central es que los mercados cada vez se ponen más rígidos con el tema de la sanidad, no solamente en términos de la aftosa, sino de cualquier enfermedad que pudiera afectar al ser humano o a otros animales del territorio hacia dónde va la carne. Y lo harán con bases científicas o con barreras paraarancelarias -probablemente más de lo segundo que de lo primero-, pero en todo caso, sin una trazabilidad confiable y robusta tenés pocas chances de entrar a Japón, Corea, Indonesia u otros mercados.
También hay que pensar que vamos camino en algún momento al cese parcial o total de la vacunación contra aftosa. Porque además los mercados te van a premiar en la medida en que vayas o sigas el mismo camino del líder Brasil.
En ese sentido, la trazabilidad individual y electrónica permite dar una respuesta inmediata, certera de en qué campos estuvo el animal que llegó a la faena o fue detectado con la enfermedad y poder hacer una especie de círculo o barrera acotada para evitar que haya otro tipo de contaminación.
Es tomar medidas y dar respuestas inmediatas al mundo.
Más razones
También hay otras cuestiones que son muy importantes, por ejemplo dar respuestas a los atributos de deforestación, de huellas de carbono, de bienestar animal, que seguramente no nos gustan, pero que cada vez te lo van pidiendo. Y el tema no tiene marcha atrás.
Europa postergó un año la exigencia de deforestación, pero no dijo “lo doy de baja”. Dijo “dentro de un año quiero que todas las carnes y cueros y otros productos que lleguen tengan trazabilidad animal y ambiental”. Y no hay ninguna chance de dar respuesta si no tenés trazabilidad individual, salvo que seas un campo de ciclo completo. De nuevo, le da respuesta al grande y no le da respuesta al resto de los productores medianos y chicos.
Está la garantía warrant para prendas financieras. Hay muchos proyectos en este momento en esa línea y esta trazabilidad le da una solidez que le encanta a los bancos. Eso significa más plata y menos costos de intereses. Ni que hablar de los datos productivos, está el que dice que no los quiere, pero los que lo tienen te dicen que es maravilloso.
Hay otro tema que está encaminado, que es la información por planta y por animal. Ya no solamente por el número de garrón, sino que hay muchísimas chances -de hecho en Uruguay lo hacen-, de identificar cada garrón cuando llega al palco de faena con el número de caravana que le dio origen. Es decir, es muy simple y eso te va a dar todo tipo de información respecto de calidad, etc., etc., de tu res. Incluso hay un proyecto para reemplazar la marca a fuego a medida que esta trazabilidad funcione y que sea una garantía más de la propiedad del animal, única y no debatible.
Más allá de que te corten la caravana o te corten la oreja, si no hay control, el abigeato siempre te va a ganar. ¿Pero fuego o caravana electrónica? Me quedo con la caravana electrónica.
Y así podría seguir varios párrafos más. Pero no tiene sentido seguir argumentando.
70 centavos de dólar
Hay un tema que es central: hoy estamos obligatoriamente caravaneando con plástico visual que cuesta u$s 0,50. El Gobierno va a poner 23 millones a costo cero y el resto lo tendríamos que poner nosotros. Hoy vale entre 1,5 y 2 dólares la caravana con chip. Con esta licitación que va a hacer el Gobierno se está hablando de u$s 0,75. Especulemos que cuando la tengas que comprar te cueste u$s1 o 1,20, con lo cual el diferencial van a ser 0,70.
Sería entonces u$s 0,70 por ternero. Sería una milésima parte de lo que vale el ternero. No tenés costo adicional de encierre y de manejo para colocar la caravana, porque hoy igual lo estás haciendo de manera obligatoria.
De modo tal que la verdad lo único que veo son beneficios y no alcanzo a comprender de qué estamos discutiendo, sinceramente.
(*) Lic Victor Tonelli . Consultor ganadero.
Especial para Infosudoeste
