Con la siembra gruesa en marcha, el tema malezas requiere especial atención. En los cultivos ya implantados, pero fundamentalmente en los lotes en los que todavía no entró la sembradora. “La idea en los últimos años es ir empezando a usar herbicidas de acción pre-emergente, porque lo que vemos es que el manejo de la maleza es mucho más efectivo con el uso de herbicidas de acción residual”, explicó el ingeniero Ramón Gigón.
“Sobre todo porque nabolza, yuyo colorado y lecherón, tienen resistencia a herbicidas de pos-emergencia, principalmente a glifosato, pero también a otros que se usan en la pos-emergencia de la maleza”, agregó el malezólogo.
Para el especialista la clave es tener una hoja de ruta para combatir a las malezas. “Es importante armar un plan de herbicidas, de mezclas, para rotar modos de acción. Y jugar un poco con el pronóstico, porque los herbicidas pre-emergentes si no llueve no se van a incorporar. Así que necesitamos una precipitación, que puede ser de entre 10 y 20 milímetros, para que tengan una buena incorporación al suelo y que logren buenos controles”.
Pero Gigón, tal viene insistiendo desde hace muchas campañas, advirtió que “solamente con herbicidas no logramos un control total”. En este sentido, el ingeniero puso énfasis en lograr un buen cultivo para hacerle frente a las malezas. “Necesitamos tener buenos cultivos, bien implantados, con buena nutrición, sanos, que no se enfermen y que generen una buena competencia con la maleza para no perder rendimiento”.
Cultivos de invierno
En lo que respecta a la fina, con los cultivos ya terminando el ciclo no hay mucho por hacer. Sin embargo, Gigón dejó en claro que “aplicaciones fuera de marbete pueden hacer un daño al cultivo y también generar algún problema de residuos de herbicida en grano”.
Y completó: “Aplicaciones tardías con los cultivos ya espigando o a punto de espigar para controlar alguna maleza como nabolza, por venganza o por estética, no se debería hacer. Además, ya la competencia la maleza la generó temprano sobre el cultivo”.
Biotest
Desde hace un par de años, el especialista comenzó con la realización de biotest de resistencia para evaluar la capacidad de determinadas malezas para sobrevivir y reproducirse en presencia de herbicidas. “La información que se genera nos permite diagramar estrategias efectivas y eficientes de control y manejo de las malezas, considerando a qué tipo de herbicidas se ha detectado resistencia”, indicó.
“También nos ayuda a prevenir la propagación de las especies resistentes, teniendo presente estrategias de manejo integrado de malezas que busquen mermar la dispersión de semillas”, agregó Gigón.
En cuanto a la metodología de la toma de muestras, el ingeniero indicó que en el caso de las malezas que afectan a los cultivos de invierno el momento es ahora. “Por ejemplo en el caso de raygrás, la idea es juntar la semilla en noviembre / diciembre, cuando esté madura, y nosotros hacemos las pruebas en febrero, marzo, para mandarle al productor o asesor cuáles son los herbicidas que están funcionando sobre esa población en particular”, contó.
En el caso del análisis de malezas de verano, la toma de muestras hay que realizarla en abril / mayo. “Ese sería el período para yuyo colorado o las gramíneas que empezaron a aparecer ahora, como morenita. Nosotros hacemos la prueba en la primavera, para que el productor tenga las herramientas adecuadas para el control en los cultivos ahora de soja, girasol o maíz, tanto pre-emergentes como post-emergentes”, indicó el malezólogo.La Voz del Pueblo