Desde junio pasado, y mientras el índice de precios al consumidor (IPC) aumentó 12%, el tipo de cambio oficial subió 24% y nuestro índice de insumos ganaderos tuvo un alza del 27%.
También desde junio el precio del novillo en Cañuelas subió 39%; el del novillito de consumo, 35%; el del novillo Hilton, 52%; el del ternero de invernada, 49%; el de la vaca gorda, 49%, y el de la vaca conserva buena, 48%.
En el corto plazo, se combina una oferta ganadera reducida -por cuarto mes consecutivo- con una exportación necesitada de cumplir con voluminosos compromisos (Hilton, Israel e China), además de un consumo que sorprende por la firmeza. A su vez, con precios cercanos a récords históricos e inéditos si se los expresa en dólares.
Es probable que, al igual que en los primeros meses de este año, al inicio del 2026 se reduzca la actividad de las plantas exportadoras, especialmente de aquellas más comprometidas con el negocio con China.
Preñez y destete
Según una encuesta realizada entre investigadores y profesionales veterinarios, la pérdida entre preñez al tacto y destete en la Argentina se ubicaría en el orden del 11%, con mínimos del 7% y máximos del 12%.
“Resulta muy difícil achicar las pérdidas por debajo del 5% al 7%; aun en los establecimientos más tecnificados y con un mejor manejo no se logra perforar ese piso de manera estable. Tenemos mucho por aprender en este tema. En el amplio universo de explotaciones de cría en las que no se practica el servicio estacionado, ni el tacto rectal, ni el control de venéreas, las pérdidas preñez-destete podrían ser superiores al 12%”, indica la encuesta.
Según una investigación realizada en Uruguay, las pérdidas entre el tacto y el destete serían del 11% al 12% en Uruguay, del 12% al 13% en Argentina, del 14% al 16% en Estados Unidos, del 12% y 15% en Canadá y del 13% al 15% en Australia. En otras ganaderías del mundo, el clima adverso juega un papel muy importante para explicar mermas tan significativas.
Otro indicador ganadero poco estudiado es la mortandad del ganado adulto, que en general se calcula entre el 2% y el 2,5%, con tendencia a reducirse, pero muy dependiente del clima (inundaciones, sequías, etcétera).
Una proporción creciente del ganado se encuentra hoy en los corrales, donde la mortandad es más baja que lo apuntado (1,5%). El efecto “China”, según el cual muchos criadores mandan a la feria muchas vacas viejas o falladas antes que se mueran en el campo, también contribuye a que, en los últimos años, se haya reducido la mortandad de vacas, la categoría más numerosa entre el ganado adulto.
Menos kilos
Mientras que actualmente son necesarios 111 kg de novillo (Mercado de Cañuelas) para implantar una hectárea de pastura, el promedio para el mes de diciembre de los años 2020 al 2024 fue de 137 kg. Esto implica que en la actualidad se necesita un 19% menos de kilos de novillo para hacer una pradera.
También para el mes de diciembre del período 2020-2024 una hectárea de verdeo de invierno costó 83 kg de novillo, mientras que actualmente cuesta 69 kilos. El sueldo anual promedio en los últimos cinco años también bajó de unos 5.600 kilos a 4.900 kilos en el período considerado.
Una hectárea de silo de maíz (implantación y confección) costó como promedio en los últimos cinco años para el mes de diciembre unos 534 kg de novillo, siendo actualmente necesarios unos 414 kilos; para comprar un rollo de alambre (números 17 o 15), se ha necesitado en estos cinco años analizados 85 kilos de novillo, mientras que por estos días se requieren sólo 52 kg de novillo.
Lic Ignacio Iriarte – Analista del mercado ganadero
