Hace poco, en ocasión de un encuentro cooperativista, conocí en persona al politólogo y autor del libro “Los muchachos cordobeses”, Federico Zapata.
En esa convención habló de “La era los outsiders”, para ayudar a los dirigentes del cooperativismo agropecuario a conocer este nuevo escenario que deviene de la generación contracultural de los años 70 y la transformación digital que se logró a partir de aquella “Biblia” -como la llamaba Steve Jobs- del biólogo Steward Brand, denominada “Catálogo General de la Tierra”.
Allí se podía leer algo que inspiró a quienes llevaron a cabo esa transformación digital: “Muchas personas intentan cambiar la naturaleza de la gente, pero realmente es una pérdida de tiempo. No puedes cambiar la naturaleza de la gente; lo que puedes hacer es cambiar los instrumentos que utilizan, cambiar las técnicas. Entonces, cambiarás la civilización”.
Esto traerá la invención de las computadoras personales, una especie de movimiento tectónico que le da a cada individuo un poder que, en teoría, había estado reservado a la élite. Luego llega la famosa Web, que no sólo sirve para comunicarnos de una computadora a otra, sino que permite que el mundo analógico pase a formar parte del espacio digital. Y, el tercer movimiento sísmico es el que produce Steve Jobs al presentar el primer Smartphone, que revoluciona la tecnología telefónica, haciendo que esa herramienta se convierta en una especie de extensión de nuestro cuerpo, y transforme la dinámica social sobre la que opera la política contemporánea.
Zapata señaló que esto opera como la idea de una nueva civilización. Se trata de un conjunto de representaciones mentales, movimientos que no se conocían, una idea diferente de orden y del contacto con la realidad. Afirma que es una revolución tecnológica, pero también una revolución mental.
Precisa cómo impacta esta transformación en la política. Dice que hay un ocaso de las mediaciones, porque esta nueva generación no es consumidora sino productora de información y deja de ser monopolio de una élite. Como generación empoderada desconfía de la política y de los políticos. Desconfía de todo y pone en crisis el paradigma sobre el que se construyó la idea de democracia. Otra transformación es que esta revolución digital tiene obsesión con el movimiento y huye de la demarcación de límites. También que esto implica una crisis del concepto de verdad y con ello pierden eficacia las instituciones. Y, finalmente, esta revolución digital ha llevado al empoderamiento público y ahí aparece la idea de las minorías intensas, que es una idea que en la democracia llegó para quedarse. Ya lo experimentamos con el Kirchnerismo y, ahora, lo vemos en Milei.
El doctor Federico Zapata señaló que los outsiders son un síntoma de un orden geopolítico global que cruje y de otro que está en marcha. Por eso, haciendo un paralelismo con la Revolución Francesa, advirtió que ésta tuvo una primera etapa jacobina y se preguntó si estamos viviendo la etapa jacobina de un nuevo orden democrático que se va a ajustar o la democracia va a ser así de ahora en más con figuras de afuera y muy propensas a la confrontación. Obviamente, todos nos encontramos ante preguntas que hoy no tienen respuesta.
José Luis Ibaldi
Para Mañanas de Campo