Esta primera columna el 2025 nos encuentra en un momento especial, en una semana bien diferente para el campo Argentino y puntualmente para la ganadería, con un mercado que tiene sus propios condimentos, agregados a los ya conocidos tras los anuncios de estos días.
Es cierto que hasta hace apenas una semana, las cosas venían calmas, con remates y valores estacionados, con valores retrotraídos a lo más bajo de las últimas semanas de Diciembre, pero –siempre hay un pero- entre el clima con una sequía extrema, con un consumo sostenido a pesar de las vacaciones, con un precio de la carne que siempre parece retrasado en las comparaciones y con corrales que no muestran la oferta suficiente, hubo un cambio, una suerte de “viento de afuera” que mostró de repente un mercado animado y valores máximos que hasta el momento, no se habían visto en Cañuelas.
Lo cierto es que la semana tuvo unos 18.341 vacunos y el último día viernes, se vieron esos máximos que arrastraron todas las categorías, incluida la vaca, esa misma que durante todo el mes, se fue planchando con negocios que desde China, prácticamente no empujan, a pocas semanas del conocido fenómeno como “año nuevo Chino” donde el mercado cada año, vuelve a reiniciarse y tomar vuelo recién, pasado el primer cuatrimestre de año. Por eso llegar a los 2900$ para un consumo liviano, es un valor a destacar, o ver vacas de consumo a 2350$ no son números para pasar por alto, cuando los 2300-2400$ eran los corrientes y repentinamente la semana fue mostrando esas subas sobre los lotes especiales. Qué rol juega la sequía? Cómo impacta la baja ocupación de los corrales? Qué pasa con el consumo que a pesar de los ajustes al mostrador se muestran sostenidos al menos, pensando en la quincena de mayor concurrencia vacacional? Todos interrogantes que terminaron con anuncios de bajas a las retenciones de soja, maíz y cebada, algunos de los granos que impactan directa o indirectamente en los números del engorde, de la producción bovina, porcina, aviar y de arrendamientos, todas cuestiones no menores que habrá que ir siguiendo, para ver cuál es su impacto definitivo, muchos nuevos interrogantes para las cartas a jugar.
Vale un apartado para la eliminación de las retenciones a los cueros, algo que hace años se viene reclamando, con una suerte de “pacto del silencio” entre frigoríficos y actores que no fueran del “grupo selecto” que exportaba, donde históricamente estos impactaban en el precio de faena (hoy no debe pasar el 3%), y hoy habrá que ver cómo se mete en el negocio, donde claramente debería abaratarse el valor faeneado si estos toman el rol que deberían tomar a la hora de la exportación y el derrame de esas divisas hacia el valor de la faena.
Para el cierre, decir que la invernada hasta el viernes sostuvo sus valores con tranquilidad, 3000$ y muchos lotes de 2800-2900$, mientras que fueron varios remates los que mostraron una hembra más animada que el macho y no en la clásica relación comparativa, sino directamente hembras en los mismos kilajes, por encima del macho, situación que pudimos marcar en varios remates analizados.
Se abre una nueva ventana para la ganadería y su mercado, pero siempre entendiendo que cada uno de ellos, necesita eficiencia y calidad, algo que muchos parecen no entender cuando venden una vaca No apta china, cuando dejan un ternero entero, cuando no priorizan la calidad genética y los potenciales kilos a ganar por conversión o terminación. Hay un nuevo desafío, siempre y cuando, el clima lo permita. El resto, aunque parezca mentira, parece abrirse camino y la pelota día tras día, está más en cancha propia que en la ajena, algo que solo los productores que lo entiendan, podrán disfrutar en este nuevo desafío llamado 2025.
Carlos Bodanza para Radio Perfil y Campo Total web
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