“En el medio de la nota él mismo lo decía, acaba de cumplir 52 años de médico veterinario. Yo voy a cumplir 52 años de vida, es decir que este fenómeno ya estaba mirando toros antes de que yo naciera”.
El cierre que le hizo Carlos Bodanza a la charla con su colega Carlos “Chuni” Acuña en Mañanas de Campo es un comentario perfecto para presentar al médico veterinario y anticipar la importancia de la razón que motivó la entrevista. Porque “Chuni” llevará a cabo entre febrero y marzo sus ya clásicos Cursos sobre Examen de Fertilidad en Toros, con los que comenzó hace 35 años.
Se trata de tres posibilidades para que los profesionales concurran a esta especialización, información que luego cada uno de ellos derramará sobre campo, cabañas y sistemas productivos.
“Este año tengo programados tres, y de la cantidad de anotados dependerá si los concretamos todos. La primera fecha, que será el curso número 48, está confirmado, que será del 10 al 12 de febrero. El número 49 será del 24 al 26 de febrero, y el 50, del 10 al 12 de marzo”, explicó “Chuni”.
“Cada uno tendrá un referente invitado: en el primero estará Carlos Munar; en el segundo, Jorge Dillon; y en el tercero Pablito Etcheberry”, agregó.
Cuestiones técnicas al margen, el curso es un espacio de intercambio muy rico para los participantes porque llegan hasta Azul profesionales de lugares muy diferentes. “Este año viene por primera vez un mexicano. Vendrá un chileno (el noveno), siete uruguayos (ya estamos por llegar a los 80 colegas de Uruguay), y cinco argentinos”, detalló.
– Los que andamos en muchos remates de cabaña notamos que se ha profesionalizado mucho la compra del toro. Ya no es como antes que el productor tomaba dos o tres parámetros y listo.
– Sí, y lo veo yo también cuando voy a los remates. A mí me gusta ir temprano para revisar la hacienda y ahora observo que hay mucha gente en los corrales, cuando antes no veías a nadie. Antes bajaban el martillo y la persona que compraba se arrimaba al corral a ver, pedía que se los movieran un poco y elegía ahí, por un golpe de vista. Un cabañero muy grande, muy importante, que ya falleció hace muchos años, me decía “Chuni, yo ya estoy medio cansado de presentar tanta información, porque por lo menos se necesitan dos o tres minutos para ver cada toro y analizarlo”. Y él veía que la gente no le daba la importancia a la información, y que invertía en honorarios, en publicidad, en catálogos si sentido.
Hoy yo veo un cambio, y ves cuando al comprador le bajan el martillo, grita el número del toro, ya lo tiene elegido. Ya nadie come vidrio, todos elijen bien.
– Incluso muchos productores van con su veterinario.
– También es muy importante para uno como veterinario poder tener una mirada y ayudar a elegir. Los cuatro ojos ven más que dos, simplemente por eso.
– En el mismo sentido, me parece que la pandemia también exigió a los cabañeros y a la vez exigió a los compradores que previamente se vea mucha información del toro. Porque hoy vos vas a un remate ya con el video, el catálogo, la genética, los DEPs. Es como que hay mucho mayor análisis. Eso es muy positivo para los veterinarios porque antes parecía que todo el mundo hablaba distintos idiomas.
– Tal cual. Y eso fue algo que llegó para quedarse. Porque hay muchas cabañas que si bien están los toros ahí, ya no te los pasan a todos por el corral, sino que vos vas temprano, los mirás, anotás y después en el remate pasan el video y se agiliza mucho más todo. Me parece que es un buen sistema que se ha implementado.
– Y siguiendo esa lógica, el curso que vos presentás, le ofrece al veterinario la oportunidad de poder expresar toda esa información y hablar el mismo idioma con el productor que va a comprar.
– Sí, así es. Uno lo que trata de hacer en este curso es unificar una metodología, no sólo de trabajo, sino también de un mínimo de docencia, y hablar, como vos decís, el mismo idioma. Y cuando uno dice algo, que todo los que escuchan sepan a qué te estás refiriendo. Porque si no es todo medio un tiro de escopeta.
– Y además salimos de lo que pasaba antes, que se miraba un único dato: la circunferencia escrotal. Y al resto no se le prestaba atención.
– Y cuanto más grande mejor, viste. Porque los criadores argentinos somos muy especiales, y así hemos cometido muchos errores. Cuando hay una medida objetiva hay que tener mucho cuidado. Pasó en la década del 70 con el frame, que si no tenía nueve o diez en Palermo, ni lo miraban. Y lo de la circunferencia escrotal sigue pasando todavía. Yo veo que entra un toro a la pista de ventas con 45, y hasta el mismo martillero lo destaca.
En realidad, tiene huevos más grandes, punto. Pero de ahí a que sea mejor que el otro que tiene 38, no tiene nada que ver. Pero nada que ver. Incluso la conformación del toro, la circunferencia tampoco está asociada con la capacidad de servicio. Algunos piensan que cuanto más grandes son los testículos el toro más vacas va a servir. Y no. Tendrá más cantidad de semen, eso es innegable.
Pero el otro tema es muy importante, la conformación testicular, cómo están implantados, la simetría que tengan entre ellos. Por eso la docencia es muy importante. Uno acaba de cumplir 52 años en la profesión y me he pasado la vida tratando de decir todo lo que uno más o menos piensa que va a ser útil para el ganadero. Porque lo importante acá es transmitir cosas fáciles, sencillas, simples y que la gente las adopte.
– El año pasado la Asociación Argentina de Angus presentó un nuevo DEP, porque empezaron a medir el tema pezuñas. Y yo me acordaba de tus pruebas de capacidad de servicio, la importancia que por ahí los productores no les daban.
– Pero hay temas que son medios tabú. Y la capacidad de servicio lo es para muchos. La pezuña, no te digo que no sea importante, pero yo siempre digo que el toro hay que empezar a mirarlo de abajo hacia arriba. Lo primero que se le mira a un toro son las pezuñas. Si te vas a mirar la cabeza, las orejas, la mirada y la pinta de toro, y está parado sobre cuatro zapatos chinos, directamente ese toro está fuera de carrera. Por eso que es importante.
Aunque en la misma medida se le podía haber dado la importancia que se merece a uno de los temas que han estado dando vuelta desde el año 85 en Argentina y desde el 75 en Australia. Allá están cumpliendo 50 años la prueba de C.S del doctor Mike Blockey, donde aprobó en la Universidad de Melbourne el tema del Comportamiento Social y Sexual de los Toros. Son 50 años de vigencia en el mundo, 40 años en Argentina, y todavía muchos cabañeros de mucho renombre y demás, la cuestionan.
– Ahora que estamos viendo la entrada de muchas razas no usadas en la Argentina, ¿tenés experiencia o has leído trabajos sobre las diferencias con algunas que estamos viendo para cruzas?
– Mientras sea en Bos taurus no pasa nada, no hay ninguna diferencia. El Bos indicus tiene alguna diferencia de comportamiento. Pero hoy en día con la prueba en Bos taurus se ha acortado dramáticamente. Cuando yo empecé en el año 85, duraba 40 minutos, y ahora son a veces segundos. A uno le interesa del toro verle el pene, que concrete un servicio, que no tenga ninguna lesión. Y la genética del toro ya sabemos cómo responde por tantos casos.
Yo a veces menciono los números no desde el púlpito de la soberbia, sino porque tuve la suerte de poder hacerlo y archivar los datos, y tengo casi 35.000 toros evaluados en la capacidad de servicio. Entonces, cuando tiro algún dato tiene mucho peso por la cantidad, no porque lo diga yo, simplemente porque me tomé un trabajo de anotar y de guardar la información para poder empezar dentro de tres semanas a dar un curso y pararme delante de 15, de 25 personas y no tener miedo de errarle. Uno se puede equivocar como cualquiera, pero yo tengo atrás muchos datos, mucha información y muchas casuísticas que me hacen estar mucho más seguro de lo que digo.
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